San José, 14 feb (elmundo.cr) – Al cierre fiscal del 2023 se alcanzó un superávit primario de 1,6% del PIB, equivalente a ¢729.712 millones. Este resultado se debió, principalmente, al control del gasto primario, rubro que apenas creció 0,6%, ubicándose por debajo del crecimiento promedio de los últimos 12 años, de 5,6% (2012-2023).
Al mismo tiempo, se situó por debajo en 0,6 p.p., si se compara, en términos de PIB (13,7%), con el mismo periodo del año anterior (14,3%).
El pago de intereses de la deuda alcanzó ¢2.261.831 (4,8% del PIB), y presentó un crecimiento de 10,6% interanual, en comparación con el mismo periodo del 2022 (¢2.044. 143 millones 4,6% del PIB), aspecto que explicó el déficit financiero de 3,3% del PIB registrado a diciembre.
Dicho resultado, representó 94,5% del total de los recursos presupuestados (¢2.394.625 millones, 5,1% del PIB 2023); lo anterior, se debió a una mejor gestión estratégica de pasivos, una reducción de las tasas de interés de las nuevas colocaciones de títulos valores; así como, la coyuntura de los macro precios en el país.
La tasa de crecimiento de los ingresos totales registrada a diciembre reflejó una significativa desaceleración, pasó de 12,9% a diciembre 20221 a 0,6% en el mismo periodo del 2023.
De igual forma, esto se refleja al comparar la relación de los ingresos a PIB, que pasaron de 15,9% en el 20222 a 15,3% este año, una diferencia de 0,7 p.p. de PIB.
Lo ingresos en el mes diciembre presentaron un decrecimiento de 4,2% para los totales, así como para los tributarios, si se compara con el mismo mes del año anterior, explicado, principalmente, por el impuesto a la propiedad, y otros impuestos tributarios, que registraron un decrecimiento de 27,9% y 25,0%, respectivamente.
Se debe considerar aquí el efecto de las modificaciones en la normativa que rige el cobro del impuesto a la propiedad de vehículos automotores, aeronaves y embarcaciones, aprobadas por la Asamblea Legislativa en setiembre, por las cuales se estima un efecto negativo de alrededor de ¢68 mil millones anual en los ingresos.
Como resultado de un manejo estratégico de la deuda pública, a diciembre 2023, esta cerró en 61,1% del PIB, menor en 1,9 p.p. de PIB en comparación con el cierre 2022 (63,0% del PIB). Asimismo, al comparar el saldo de la deuda con el cierre 2022 (3,5%) este apenas creció 1,9%, por debajo del promedio registrado en el periodo 2009-2023 (14,4%).
De acuerdo con el perfil de la deuda del Gobierno Central, a diciembre, 55,3% se ubicó a más de cinco años en el plazo de vencimiento; 71,0% a tasa fija; 61,6% denominada en colones y el 73,8% correspondió a deuda interna.
El 2023 finalizó con una menor prima por riesgo país, el EMBI Costa Rica alcanzó 235 p.b., una diferencia con el EMBI LATAM (383 p.b.) de 148 p.b. y 84 p.b. con el EMBI GLOBAL (319 p.b.), con lo que se logró una mejor percepción de riesgo que economías con mejor calificación crediticia, por ejemplo: México, Colombia y Panamá. Esto refleja una clara confianza del mercado internacional en la economía de Costa Rica.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, señaló que “cerramos nuestro segundo año de gestión con resultados muy beneficiosos para la población del país. Lograr un superávit primario y reducir la relación deuda a PIB en estos dos años, tiene trascendencia, porque estamos generando las condiciones para destinar menos recursos para el pago de intereses y más para programas sociales, medio ambiente, seguridad, cultura e infraestructura”.
“Los mercados internacionales ya están reaccionando a los buenos resultados fiscales, nos están reconociendo el esfuerzo con una reducción significativa en el riesgo país: pasamos de 412 p.b el 9 mayo del 2022 a 235 p.b el 29 de diciembre del 2023. ¿Y esto que significa?, significa un financiamiento en mejores condiciones para la deuda pública que pagamos todos los costarricenses y viene a ratificar que el país sigue por buen camino hacia la consolidación fiscal”, agregó.
Para el jerarca, los resultados fiscales que se alcanzaron en el 2023 se traducen en una motivación para seguir trabajando por el bienestar de Costa Rica.
Por esta razón, durante el 2024 Hacienda tiene retos trascendentales para continuar con el fortalecimiento de las finanzas públicas, entre ellos los siguientes:
1) Mantener la lucha frontal contra la evasión fiscal para mejorar la recaudación.
2) Alcanzar un superávit primario de 1,85% del PIB al cierre del año.
3) Seguir accionando para que al cierre del 2025 la deuda a PIB se ubique por debajo del 60%, aspecto de gran relevancia para el país.
4) Seguir con una mejora continua de la calificación crediticia que nos permita alcanzar grado de inversión.
5) Lograr el punto máximo de crecimiento de la relación de pago de intereses a PIB y luego, que dicha relación decrezca.
6) Tener una visión prospectiva al momento de generar reservas de liquidez para hacer frente al servicio de la deuda.
7) Poner en marcha el programa de creadores de mercado y la apertura del mercado de deuda interna a inversores internacionales, en pro de una mejor gestión de la deuda pública.
8) Ser miembro pleno de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Asimismo, como parte de la ruta de sostenibilidad fiscal se continuará impulsando los siguientes proyectos de ley: i) Venta del BCR, BICSA y capital accionario del INS, ii) Reforma constitucional al Art. 121, inciso 15, iii) Gestión de la deuda pública (exp. No. 23.762), iv) Gestión de la liquidez (exp. No. 22.661), v) Facilitación de la regulación tributaria (exp. No. 23.381), vi) Fortalecimiento del control tributario (exp. No. 23.759), vii) Nueva ley impuesto sobre la renta (exp. No. 23.760), viii) Evaluación de incentivos fiscales (exp. No. 23.763), y iv) Esquema de incentivos para mitigar la emisión de gases en flota vehicular (exp. No. 24.067).
