REPORTAJE
Guácimo, 28 jun (elmundo.cr) – El ingeniero Andrés Rodríguez hace tres años en enero de 2012, inició junto a su padre un proyecto de producción de ganado de doble propósito.
La finca de los Rodríguez se llama Ganadera Cartagena, y está ubicada en Cartagena de Guácimo, en la provincia de Limón.
Según indicó Rodríguez para iniciar el proyecto “debimos hacer obra civil, compra de equipos y sobretodo compra de ganado doble propósito, que con el fin de tener buena calidad, decidimos comprar ganado puro y certificado Pardo Suizo”.
“En total compramos tres toros puros, diez novillas puras y ocho vacas. Todo este ganado puro y certificado, lo que aumentaba su valor inicial. Además de esto, mi padre ya contaba con treinta y cinco vacas en producción”, continúo Rodríguez.
Cuando tuvieron listo todo para iniciar su proyecto es que comienza la historia de tragedia para los Rodríguez, en el último año les mataron dos toros, las diez novillas, cuatro vacas y absolutamente todos los terneros, unos treinta en lo que va del año.
Pero el alto en la producción de la finca Cartagena la marcó la historia de la vaca Margarita.
“En el mes de octubre del 2014 nuestra vaquita insigne Margarita fue parte de un ataque de cuatreros, donde destazaron una vaca y a Margarita la dejaron con una herida de 30 cm de largo y casi 5 cm de hueco, le cortaron los tendones de la cabeza por lo que no podía levantar su cabeza”, nos contó Rodríguez visiblemente afectado.
“Después de operarla, comenzó una batalla por la vida, que nueve días después del ataque llevó al nacimiento de Milagro, la hija de Margarita”, agregó.
Margarita murió en marzo, luego de luchar por seis meses, a causa de una falla multiorgánica producto del estrés y de la gran demanda de proteínas que requería su cuerpo para sobrevivir.
Margarita perdió más de 100 kg en esta lucha. Mientras que Milagro, su pequeña ternerita, corrió la misma suerte de todos los nacimientos del año, murió en los cuchillos de los cuatreros.
Rodríguez nos indicó que el viernes anterior encontraron al toro Pío destazado, era un toro puro utilizado para extraer semen, por lo que su precio era muy alto, pero más que esto, su muerte fue el detonante para que el padre de Andrés dijera no más “no quiero una finca, no quiero tener nada de ganado, es de morirse llegar y ver sus animales en pedazos por todo el potrero”.
Esta situación no es solo la sufren en la finca Cartagena, es una problemática que aqueja a todos los ganaderos de la zona, como son los casos de Feliz Ruiz, Carlos Morera y Ramiro Fernández, entre otros.
“El OIJ no hace nada, en promedio nos matan un animal por semana, es cuestión de sentarse a esperar en la finca y arrestar a estas personas”, concluyó Rodríguez.
