San José, 10 mar (elmundo.cr) –El científico y astronauta costarricense, Franklin Chang-Díaz, destacó la importancia del proyecto 21.330, Ley de Creación de la Agencia Espacial Costarricense (AEC).
Chang explicó que en abril en la provincia de Guanacaste se inaugurará “el radar espacial más avanzado del planeta, con capacidad de rastrear objetos en órbita de tan solo dos centímetros de diámetro”.
“El proyecto iniciado en el 2019, catapulta a nuestro país al frente y centro de la era espacial con oportunidades inimaginables para nuestros jóvenes y para las nuevas generaciones, en nuevas industrias y destrezas de inmenso valor para nuestra economía. En pocos días llegaremos a ese cruce y nuestro país debe estar preparado para jugar el papel que le corresponde con los instrumentos adecuados”, agregó.
El astronauta señaló que la agencia espacial es uno de ellos, es necesaria, y no debemos retroceder; además, recalcó que “la ley no debe ser vetada”.
De igual forma, indicó que “muchos criticaron la creación de la NASA en 1958 cuando los Estados Unidos luchaba con la peor recesión económica de la postguerra, con la tasa de desempleo más allá de la década de los 1950s”.
“Todos sabemos que una década después esa nación logró poner al primer ser humano en la superficie de la luna. Esa extraordinaria hazaña a veces eclipsa lo más significativo de la creación de la NASA: el dividiendo tecnológico sin precedentes para el país y el inmenso retorno a la inversión en su economía con un mercado que hoy día tiene un valor de más de 360 mil millones de dólares”, añadió.
Para Chang “una crisis no se debe desperdiciar” y “la agencia espacial se debe y se puede implementar responsablemente hoy, con un pequeño equipo humano que opere tanto con agilidad como una propiedad; que pueda tener las credenciales necesarias para participar en las conversaciones de entidades homólogas internacionales para asegurar más inversión de la industria aeroespacial en Costa Rica y empresas como LeoLabs que ya hizo una apuesta millonaria en nuestro país”.
“Costa Rica ya ha demostrado su capacidad de hacer satélites y agregar valor en todos los ámbitos de esa industria”, sostuvo.
Chang destacó que “la agencia espacial es necesaria para firmar convenios y abrir puertas, especialmente a nuestra juventud. Ninguna ley es perfecta. Lo más importante es avanzar y, a medida que lo hacemos, podemos modificarla”.
“Recordemos un caso similar en nuestra historia, en una de nuestras múltiples crisis económicas, que nos dejó la famosa frase de Don Pepe: ¿Para qué tractores sin violines?”, concluyó.
Sobre el proyecto
El proyecto presentado por la liberacionista Aida Montiel, busca la creación de un Centro Espacial para la investigación, innovación y desarrollo estará ubicada en Liberia, Guanacaste, esto debido a las condiciones climáticas y geográficas que posee esa región para la observación del espacio ultraterrestre.
El Centro tendría servicios complementarios de capacitación para expertos internacionales, de exposiciones temporales, un museo que ofrezca servicios adicionales al turismo que visita esa región y que genere un encadenamiento productivo y eleve las opciones de empleo en la zona.
La AEC estará sometida a las directrices que dicte el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones como ente rector, en el área de ciencia y tecnología.
La Agencia Espacial Costarricense (AEC) financiará sus operaciones con los siguientes recursos:
- Durante el plazo de 5 años a partir de la entrada en vigencia de esta ley, un aporte de las instituciones del Sector Público No financiero excluyendo al Gobierno Central, los Gobiernos Locales, la Caja Costarricense de Seguro Social el Instituto Costarricense de Electricidad, las Universidades Públicas y la Universidad Técnica Nacional.
- Los ingresos propios resultantes de la venta del portafolio de productos y servicios de la Agencia.
- El producto de créditos, donaciones, legados y otras contribuciones realizadas por personas físicas, jurídicas, públicas, privadas, nacionales o extranjeras, de conformidad con las leyes que regulen la materia, previa autorización del Consejo Directivo.