San José, 17 nov (elmundo.cr) – Como parte de las iniciativas que desarrolla de manera conjunta el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), por medio de la Comisión para el Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del Río Reventazón (Comcure) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en la Región Central Oriental, 22 fincas ganaderas pequeñas, menores a 3 hectáreas, están ayudando a reducir la contaminación del suelo y del recurso hídrico, gracias la aplicación de tecnologías climáticamente inteligentes, como parte del NAMA Ganadería.
Gracias a estos esfuerzos, Costa Rica se distingue por medio de las iniciativas llamadas NAMA (Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada), como el país en donde la boñiga huele a aires de cambio, a potreros verdes y reforestados, con rica biodiversidad, entremezclada con esperanza y esfuerzo tesonero.
Para Vesalio Mora, gerente de la Comcure, “este es un proyecto innovador, gracias al cual instalamos paneles solares, cercas eléctricas, mangueras y tanques para bebederos del ganado, de manera tal que al darle división a los potreros, con cercas eléctricas, hay más apartos y por ende, los animales comen mejor y producen más leche. Están produciendo entre 1 y 2 litros más, por animal, por día. Y eso hace que el ingreso bruto familiar, se mejora entre 600 mil y 700 mil colones por año, aproximadamente”.
Mora indicó que otro dato importante, es que cuando se instala la red hídrica, boyas y tanques, el animal no tiene que ir a tomar agua a la quebrada, o río, sino que el agua llega hasta el potrero.
“Entonces reducimos la contaminación del suelo y del recurso hídrico. Además, se permite mayor almacenamiento de carbono a nivel del suelo en las fincas”, agregó.
Según estudios de la Comcure, se están almacenando cerca de 5 toneladas de carbono, por hectárea por año, a 20 centímetros de profundidad y la tasa de erosión se está reduciendo entre 7,5 y 10 toneladas de sedimentos, por hectárea, por año; producto de que los animales ya no deben moverse tanto para suplir sus necesidades.
Esto además permite disminuir la compactación, el pisoteo de los animales y hay un mayor período de descanso en los potreros. Aunado a ello, el pasto perdura por más tiempo y en mejor condición, dado a que los animales no están en el mismo lugar, siempre.
Con este tipo de proyectos, el Minae por medio de Comcure y el MAG, demuestran la viabilidad de producir agroalimentos, generar servicios ecosistémicos, aumentar los ingresos de las familias, y contribuir con el desarrollo de los paisajes productivos en la Cuenca del Río Reventazón y del país.