San José, 7 abr (elmundo.cr) – Según el último estudio realizado por OPol Consultores, un 23,1% de los costarricenses perciben a José María Figueres y un 17,1% a Carlos Alvarado, como los políticos más corruptos del país.
El estudio se realizó con 1600 muestras entre los días 25, 26 y 27 en todo el país de manera proporcional en las 7 provincias, tiene un margen de error de ±2,4% y una confiabilidad de 95%
Luego de Alvarado y Figueres, Óscar Arias (4,9%), Johnny Araya (4,5%) y Luis Guillermo Solís (4,5%) figuran entre los políticos percibidos como corruptos.
Figueres
El expresidente de la República, José María Figueres Olsen (1994-1998) anunció el miércoles pasado, su decisión de aspirar a la candidatura presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), de cara a las elecciones nacionales del 2022.
A finales de 2004 los medios de comunicación masiva divulgaron que Figueres Olsen había recibido US $ 900 mil provenientes de la compañía francesa Alcatel, Figueres alegó que se trataba de labores de consultoría, que llevó a cabo en conjunto con Roberto Hidalgo y Carmen Valverde, exsecretaria general del Partido Liberación Nacional, años después del término de su mandato.
En 2004, el fiscal general de Costa Rica abrió una investigación oficial contra los expresidentes Rafael Calderón Fournier y Miguel Ángel Rodríguez, por presuntas irregularidades financieras. Ambos fueron interrogados, y luego detenidos. Poco tiempo después, algunos medios de comunicación declararon que Figueres también había recibido sobornos de Alcatel.
En aquel momento Figueres residía en Suiza, fue exhaustivamente investigado por la Fiscalía y al no encontrar evidencias, esta solicitó sobreseimiento por no encontrar delito que perseguir.
Una Comisión Legislativa que investigaba el asunto convocó formalmente a Figueres para dar declaraciones pero el expresidente se negó a comparecer, argumentando compromisos laborales ineludibles, ofreciendo hacer una videoconferencia, lo que no fue aceptado por los diputados. Finalmente la Fiscalía retiró los cargos contra Figueres.
En 2011, el expresidente regresó al país una vez que los supuestos cargos en su contra según algunas opiniones pudieron haber prescrito, aunque otras opiniones plantean que no puede prescribir un cargo que nunca se presentó ante los Tribunales.
Alvarado
Por su parte el presiente de la República, Carlos Alvarado, quien en campaña atacaba a su contrincante señalando que: “El primer acto de corrupción, es aceptar un cargo público para el que no se está preparado”, hasta febrero de este año contaba con 17 causas penales abiertas en la fiscalía durante todo su mandato.
Según el sistema informático de la Fiscalía General de la República, se trata de investigaciones por los supuestos delitos de tráfico de influencias, cohecho propio, incumplimiento de deberes, prevaricato, enriquecimiento ilícito, asociación ilícita, malversación y nombramientos ilegales.
Ocho de las causas penales fueron enviadas a la Sala Tercera con solicitud de desestimación, entre mayo del 2019 y octubre del año pasado.
Alvarado también es cuestionado por el caso de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), donde se comprobó que Casa Presidencial tuvo acceso a datos sensibles de los costarricenses.
La semana pasada un informe de la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, señaló enormes deficiencias en la legislación de Costa Rica para poder combatir grandes casos de corrupción y el lavado de dinero.
“Expertos internacionales recomendaron a Costa Rica actualizar la evaluación de su exposición al lavado de dinero relacionada con corrupción y tomar las medidas adecuadas para abordar esos riesgos. Se recomendó brindar más orientación a las entidades -financieras- sobre la identificación transacciones indicativas de blanqueo de capitales basadas en el soborno extranjero”, apunta el informe.
