Figueres: No me pueden silenciar como a las cúpulas legislativas de Liberación y la Unidad

José María Figueres, expresidente de la República. Foto: Luis Madrigal / El Mundo CR

San José, 10 jul (elmundo.cr) – El expresidente de la República, José María Figueres salió al paso de las críticas que le hicieron por no firmar la carta de los expresidentes.

Figueres señaló que “se incomodaron algunos sectores poderosos porque no firmé la carta de los expresidentes. No la firmé porque me pareció un tácito apoyo a un gobierno que va mal”.

“El periódico La Nación fue más allá, y para manifestar su disgusto me atacó ayer en su diario, como lo hicieron siempre contra mi padre don Pepe. Mi ‘no firma’ fue el pretexto del momento”, agregó.

Según Figueres “su disgusto de siempre es porque no pienso como ellos y no defiendo sus intereses. Tampoco les hice extraordinarios favores tributarios como los que recibieron del primer gobierno del PAC”.

Además, aclaró que como a la mayoría de los costarricenses su deseo es que al gobierno le vaya bien, por lo que está a la orden para contribuir con ello.

“Pero el gobierno también sabe que tengo criterio propio y no soy un incondicional. No me puede silenciar y doblegar como lo hizo con las cúpulas legislativas de Liberación y la Unidad, al darle a sus allegados puestos altos en el Poder Ejecutivo”, añadió.

Figueres manifestó que “la Nación se molesta conmigo por no firmar una carta. Yo estoy molesto y me identifico con el descontento de miles de personas por cosas más importantes:

  1. La agobiante falta de empleo y la ausencia de un programa bien pensado de reactivación económica para solucionarlo.
  2. El que por primera vez en la historia más de la mitad de nuestros jóvenes prefieran salir del país a buscar futuro en otras tierras.
  3. La triste incapacidad del Estado para abatir la pobreza, estancada en 20% por más de 20 años, pese a los $1000 millones que se destinan por año para este fin.
  4. La vergonzosa y creciente desigualdad de ingresos y de oportunidades que está destruyendo la cohesión social.
  5. La quiebra de miles de pequeñas empresas mientras seguimos guardando en bóvedas cientos de miles de millones de colones de banca de desarrollo.
  6. La satanización del servidor público para preparar el terreno con miras a la privatización y el desmantelamiento del Estado.
  7. El constante ataque contra el sector cooperativo que había sido baluarte de crecimiento con equidad en el pasado”.

Figueres indicó que no puede callar ni disimular su molestia y aunque muchos males son heredados, considera que el gobierno actual no está haciendo lo suficiente para cambiar de rumbo.

“La Nación que siga molesta conmigo por no firmar una carta y no defender los intereses que ellos defienden. Yo estoy molesto por estas verdades que señalo aquí y por otras cosas más, que con toda razón tienen muy indispuestas a las personas en nuestro país”, concluye.

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