San José, 10 sep (elmundo.cr) – El diputado del Liberal Progresista, Eli Feinzaig, señaló que “veo un país cada día más polarizado y me preocupa eso enormemente, porque esas divisiones al interno de una sociedad son muy difíciles de reparar”.
En La Entrevista con Marielos Gutiérrez, Feinzaig comentó que “estoy claro que para el buen desempeño de una sociedad, el desarrollo económico, se necesita un montón de factores como seguridad jurídica, respeto a las instituciones, finanzas públicas sanas, pero también se necesita que haya una sana convivencia social”.
“Recuperar las finanzas públicas es más fácil que recuperar una sociedad donde todo el mundo está peleado con todo el mundo y eso me preocupa mucho, me preocupa porque mucho de esto viene fomentado desde Casa Presidencial y para mí esa es una diferencia fundamental”, agregó.
El diputado enfatizó que “no es un asunto personal, yo celebro que el gobierno haya tenido una disciplina fiscal importante, me parece también con diferencias de criterio, que a la hora de priorizar las prioridades de ellos no son las mejores para el país, pero insisto, un gobierno es elegido para definir prioridades, este es el gobierno electo, tienen derecho a definir esas prioridades, yo puedo manifestar mis desacuerdos dentro del marco del respeto, pero el tema de la polarización y la división social sí es mucho más preocupante”.
“Ciertamente él (Rodrigo Chaves) es una persona que personaliza absolutamente todo, que una diferencia de criterios que es lo más normal en la política, él lo convierte en un asunto personal”, criticó.
Con respecto al cambio de ministra de la Presidencia, el legislador indicó que “nada ha cambiado, porque al final de cuentas la ministra de la Presidencia, sea Laura Fernández o anteriormente Natalia Díaz, tiene un margen de acción muy limitado. La ministra puede venir a la Asamblea, sentarse a conversar con los diputados, tratar de buscar consensos, tratar de buscar acuerdos. Que llega el miércoles, hay una conferencia de prensa y el presidente dinamita todos los puentes”.
“Hay una cosa que sí ha cambiado, que me parece que es para peor, y es el hecho de que ahora todos los proyectos de ley que ya han pasado por todo el trámite legislativo, pueden haber pasado dos años en una comisión, llegan al Plenario y a esa hora viene la ministra de la Presidencia y dice, suave, suave, un tirito, nosotros no tuvimos chance de revisar esa ley. ¿Cómo no? Si tenía dos años en la Asamblea Legislativa”, relató.
Eli Feinzaig insistió en que “quieren empezar a devolver proyectos a comisión, a mocionar los proyectos, a llenar los proyectos a veces de mociones sin sentido. Porque cuando eso pasa una vez, y uno dice, ok, se les pasó por alto y tienen alguna observación importante, uno dice, bueno, está bien. Pero ya cuando uno ve que todas las semanas, dos, tres, cuatro proyectos que ya están listos para que el Plenario los vote, son obstaculizados, con esa misma excusa, es que no tuvimos chance de verlo y tenemos observaciones importantes. Hagamos mesas de trabajo, devolvamos el proyecto a comisión. Pues a mí me da la impresión de que lo que hay es un afán de que la Asamblea Legislativa, en efecto, no logre aprobar nada”.
“Es frustrante, porque yo no esperaba que la Asamblea Legislativa fuera fácil. Yo tengo una ideología claramente definida, yo soy liberal y tengo claridad de que ideológicamente soy en la minoría en la Asamblea Legislativa. Somos seis diputados del Partido Liberal Progresista en una Asamblea de 57. Entonces, yo esperaba las dificultades normales de tratar de convencer a compañeros con una línea de pensamiento diferente de la bondad de las propuestas que el partido hace, pero a esa dificultad se le añade todo este ruido externo del que estamos conversando y esa sensación que tenemos muchísimos diputados en la Asamblea Legislativa de que el verdadero interés de Casa Presidencial es que nada camine”, sostuvo.
Feinzaig comentó que “en sesiones extraordinarias en el anterior periodo la convocatoria de proyectos por parte del gobierno fue muy pobre, muy poquitos, al final en el periodo de tres meses se lograron aprobar creo que 14 proyectos de ley y en las primeras dos semanas del nuevo periodo de sesiones ordinarias ya habíamos superado esa cifra los diputados. Cuando los diputados controlamos la agenda en 15 días avanzamos mucho más que en los tres meses cuando el gobierno controla la agenda y entonces me parece que el gobierno se dio cuenta de que los diputados estábamos trabajando a un ritmo rápido y dijeron encontremos la forma de obstaculizar para que el público siga pensando que la Asamblea no sirve para nada”.
