Puntarenas, 30 abr (elmundo.cr) – La señora Fernández Agüero y su esposo Altamirano Martínez, colaboran activamente con el PANI como Hogar Comunal de Emergencia en la zona de Quepos, y son conocidos en su comunidad por la labor social que realizan.
De acuerdo a lo que describe la familia, “el día 16 de febrero del 2024 en horas de la tarde me llevan a una menor de 14 años de nombre Valery y a un bebé de 8 meses de nombre Ressler”, ambos bajo el expediente OLHS-0080-2020, los cuales quedaron bajo el cuidado de esta familia como parte del programa de Hogar Comunal.
Los menores “estuvieron hasta el lunes 19 de febrero en la mañana los cuales fueron recogidos por el PANI, ya que iban a ser entregados a familiares (Valery con una tía materna y Ressler con una prima)”, relata la señora Fernández.
Sin embargo, “el día miércoles 21 de febrero, el bebé Ressler fue entregado en las oficinas del PANI debido a que la prima no podía cuidarlo, ese mismo día me lo entregaron para cuidarlo nuevamente”, a lo que Fernández y Altamirano responden de inmediato que el niño puede quedarse los 6 meses del debido proceso que realiza el PANI en los casos como estos en los que los menores de edad son retirados de su hogar, hasta poder asegurar si pueden volver con sus padres de forma segura.
No obstante, y para sorpresa de la familia, “el día lunes 11 de marzo de 2024 el niño lo retiraron de mi casa para ser llevado a una Organización No Gubernamental Asociación de Bienestar Social del Centro Evangelístico (Hogar Cuna)”, ubicado en San José.
“Cabe mencionar que horas después de ser retirado el menor de nuestro hogar se me notifica vía correo electrónico la modificación de la medida cautelar de protección de cuido provisional en donde me comunican la salida del menor de mi hogar y la reubicación del mismo en el Hogar CUNA, indicando además que se esto es debido a que no se cuenta con un recurso familiar o comunal idóneo con condiciones adecuadas para asumirlo, así mismo se me otorgan 48 horas para presentar el recurso de apelación ante la resolución”, indicaron.
Además, recalcaron que “se realizó la apelación de la decisión tomada por dicha oficina, ante las oficinas del Pani en Quepos en tiempo y forma el día 11 de marzo del año en curso, en la cual hasta la fecha no se ha recibido respuesta”.
Esto despertó las alarmas en Fernández y Altamirano, dado que cuando preguntaron el motivo por el cual se iba a trasladar al menor, la respuesta de la psicóloga a cargo fue “para no crear apego”.
“Es importante mencionar que se le hizo de conocimiento a la psicóloga Daniela Córdoba quien lleva el caso del bebé Ressier nuestra anuencia a cuidar el bebé el tiempo que fuera necesario (indefinido), sin embargo, lo que me indica es que es para evitar el apego emocional entre las partes se debe ingresar al bebe a un albergue”, agregan.
Fernández enfatizó en que su mayor preocupación es que al menor “se lo llevan para este hogar Cuna, sin tomar en cuenta el impacto psicológico del bebé al llegar a un lugar desconocido, con personas o rostros que él no identifica, en donde si bien estos hogares tratan de brindarles lo que requieren estos niños es difícil por la cantidad de niños que tienen a su cargo, poniendo en ocasiones en riesgo a los mismos menores que se encuentran en estos hogares como es de conocimiento de todos, caso contrario lo que él bebe recibía en mi hogar el cual era exclusiva la atención para el buen desarrollo del bebé”.
“Es un niño que no llora, no molesta al contrario con el apoyo que hemos brindado al bebe, es un niño sonriente juega, trata de decir palabras que le estamos enseñando, ha subido de peso, al el en mi hogar se le brinda amor, atención, alimentación en todos sus tiempos, abrigo y todo lo que él necesita para un buen desarrollo del niño”, agregó.
“Mi intención no es ni ha sido nunca reemplazar a sus familiares directos, habiendo como entendido que si al final del proceso el niño se resuelve ser entregado nuevamente a sus familiares debo entregarlo, solo quiero que este proceso no sea tan agresivo psicológicamente para él bebe porque, aunque está pequeñito son una esponjita y todas esas situaciones le llegan afectar en un futuro”, aclaró Fernández, quien explica que este es el principal motivo por el que ha intentado tantas veces contactar a los encargados del PANI y encontrar respuestas respecto al bienestar del bebé.
Ante la situación de no recibir noticias del menor, la familia buscó otras alternativas, “llamamos al PANI en San José ya que según nos dijo la psicóloga Daniela Córdoba la orden de ingresarlo a un albergue era directa de San José y ellos solo acataban órdenes. El cual nos indica que debemos hablar con la jefa del PANI en Quepos o la de Puntarenas, sin embargo, no fue posible comunicarnos con ellas debido a que se encontraban ocupadas”.
“La secretaria de las oficinas en Puntarenas de muy mala manera nos indica que la jefa Regional Flor María Jara se encontraba en una reunión tratando temas mucho más importantes y que no podía atendernos”, asegura Fernández.
Fernández explicó que “posteriormente llamamos a San José en donde nos atiende la secretaria, de nombre Kimberly, le externamos lo sucedido y nos responde que su persona se encontraba en una reunión y que esos asuntos no le competen a su persona por lo que nos indica que los responsables son los del departamento de criterio técnico, a los cuales no transfiere la llamada, sin embargo ahí de igual forma nos indican que no pueden colaborarnos y nos transfieren la llamada a Contraloría de servicios del PANI, en donde al igual que las veces anteriores no pudieron ayudarnos ya que no era un servicio que no se nos había brindado, según nos indica la joven al teléfono”.
EL MUNDO visitó la Sede del PANI en Quepos este lunes 29 de abril, para corroborar esta información y saber la versión de la institución sobre el caso, a lo que nos atendió la encargada del centro diciendo que no estaba autorizada para dar información a la prensa.
La familia ya presentó un recurso de amparo bajo el número de expediente 24-008182-0007 , y varios escritos en el que solicita la ayuda de jerarcas del PANI, para poder recibir alguna respuesta, “les solicitamos que el menor Ressler sea reubicado nuevamente en nuestro hogar por el tiempo que dure el proceso ante el PANI, ya sea que el niño vuelva con sus padres o familiares o en determinado caso sea puesto en adopción según lo que dicte un juez, con el fin de no hacer tan abrasivo emocional y psicológico este proceso a el bebé Rester y brindando durante este tiempo un apoyo emocional estable en su recuperación”.
“Es importante aclarar que esta labor de bien social que realizamos no nos genera ningún tipo de beneficio económico y lo realizamos con toda la disposición, es por eso que se recalca que nuestro único objetivo es resguardar el bien superior del menor (salud, educación, alimentación, abrigo, etc)”, concluyeron.
