Redacción, 6 nov(elmundo.cr)- El pasado 28 de mayo del 2017, la vida del hondureño Joaquín Mauricio Mejía Zepeda de 39 años dio un giro inesperado.
Un desperfecto de su moto Harley Davidson provocó que chocara con la parte trasera que lo mantuvo un mes hospitalizado, a raíz de serias heridas y fracturas que sufrió al no poder evitar la colisión que lo llevó a perder su pierna izquierda.
“Ese día salí con cuatro amigos de Puerto Cortés, donde soy originario. Mi hobby es realizar recorridos en mi moto junto con otros nueve compañeros. El plan era realizar un viaje de casi cuatro horas hasta llegar a Zambrano, al tomar una curva no pude controlar la moto, evitar la colisión y me estrellé contra un camión. Estuve hospitalizado 20 días, los médicos hicieron todo lo posible por salvarme para la pierna, pero en una de las intervenciones adquirí una bacteria, que al final llevó que tomarán la decisión de amputarme la pierna debajo de rodilla”, explicó Mejía Zepeda, quien se desempeña como operario de puerto.
Antes de tomar la decisión de amputar, él y su esposa empezaron a buscar opciones de construcción de prótesis en Honduras. Sin embargo, no era posible. “Encontramos que no había ni la tecnología ni la calidad de los materiales para mí por el tipo de trabajo que desempeño. Un técnico me pidió seis meses para ver la posibilidad de diseñarme una prótesis, ya que por mi tamaño y peso es más complicado. Yo mido 1.91 cm y peso más de 300 libras. Por este motivo, en Costa Rica encontré la tecnología y la calidad que necesito. También a un precio razonable”, detalló Mejía.
Según Dino Cozzarelli, director de la Clínica Prótesis Avanzadas, atienden de tres a cuatro pacientes extranjeros al mes, porque no encuentran en su país este tipo de tecnología para su caso.
“Estamos recibiendo extranjeros que no encuentran la oportunidad de adquirir una prótesis para rehacer su vida, luego de la amputación. En el caso de Joaquín Mejía es un poco más difícil porque en Costa Rica no hacemos con frecuencia prótesis para pacientes tan altos y pesados. Hay otros que vienen interesados por la calidad y los bajos precios”, agregó Cozzarelli.
El próximo 6 de noviembre, Joaquín Mejía vendrá a Costa Rica para llevarse la prótesis definitiva que le permitirá retomar su vida en Puerto Cortés, Honduras.