San José, 30 ago (elmundo.cr) – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) organizaron un taller de Zonificación Agrícola del Riesgo Climático (ZARC), a partir del caso de éxito de la experiencia brasileña en agricultura. En el taller también participaron representantes del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
“El país, los productores y todo el sector agropecuario, se benefician enormemente de tener a las instituciones del sector trabajando articuladamente para empezar a utilizar todos los datos que tenemos de suelos y clima, mediante los diferentes modelos”, comentó Roberto Camacho director ejecutivo del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).
Mediante el taller, se realizó una revisión de la experiencia brasileña en zonificación agrícola del riesgo climático y su aplicación práctica en territorios del Corredor Seco Centroamericano y Zonas Áridas de República Dominicana, con el objetivo de fortalecer las capacidades de extensionistas agrícolas y personal técnico del sector agropecuario costarricense.
Eduardo Assad, consultor de asistencia técnica para la adaptación y promoción de la ZARC enfatizó que un sistema de zonificación agrícola permite orientar la planificación y la toma de decisiones de los productores; además, impulsa la incorporación de buenas prácticas agrícolas para optimizar el rendimiento de los cultivos.
En la actualidad, los efectos del cambio climático han provocado pérdidas recurrentes en las cosechas, con graves repercusiones en los ingresos de las personas productoras y han afectado la seguridad alimentaria y nutricional de las familias en condición de vulnerabilidad.
“Mediante estas capacitaciones buscamos fortalecer el sistema para la gestión del riesgo de cambio climático de Costa Rica; asimismo, valorar la posibilidad de vincular las políticas públicas e instrumentos financieros y de seguros agropecuarios. También, esperamos que las personas agricultoras tengan acceso a datos locales y precisos sobre las épocas adecuadas para la siembra, y así lograr disminuir los riesgos de pérdidas en los cultivos”, comentó Andrea Padilla, representante asistenta de programas de la FAO en Costa Rica.
Esta actividad se enmarca en la iniciativa de la FAO Mano de la Mano “Construyendo Resiliencia en el Corredor Seco y Zonas Áridas de la región del SICA”. La iniciativa Mano de la Mano aporta análisis integrados que identifican interacciones clave, sinergias y compensaciones recíprocas para acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios, con el fin de aumentar los ingresos, mejorar el estado nutricional y el bienestar de las poblaciones más vulnerables y reforzar la resiliencia al cambio climático.