San José, 20 mar (elmundo.cr) – Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha identificado 67 especies de plantas en las turberas de alta montaña de la Cordillera de Talamanca.
El estudio, titulado “Flora de las turberas tropicales de alta montaña: amenazas y medidas de manejo. Cordillera de Talamanca, Costa Rica”, analizó cinco turberas en el Macizo de la Muerte, dentro del Parque Nacional Tapantí.
“Los datos fueron recopilados mediante muestreos en campo y analizados con un Índice de Valor Florístico (IVF), con el objetivo de evaluar el estado de conservación de estos ecosistemas”, explica el estudio.
La investigación sirvió para evaluar el estado de conservación de estos ecosistemas y brindar una visión integral de la flora y los riesgos que los amenazan.
El estudio reveló una menor diversidad biológica en turberas fuera de áreas protegidas, sugiriendo la influencia de la actividad humana. “Los resultados revelaron, además, una menor diversidad biológica en tres de las turberas situadas fuera de las áreas protegidas estatales, lo que sugiere la influencia del efecto de borde y las actividades agroproductivas cercanas a la carretera Interamericana”, indica la investigación. En contraste, las turberas dentro del parque presentaron mayor riqueza florística.
Entre las especies identificadas, tres son endémicas de la región y nueve poseen alto valor ecológico, incluyendo la *Puya dasylirioides*, que se encuentra en peligro. “Nueve especies presentan valor ecológico, incluyendo una en peligro: *Puya dasylirioides*”, señala el estudio. La investigación subraya la importancia de las turberas como reservorios de biodiversidad e indicadores de la influencia humana y las amenazas ambientales.
El estudio utilizó tecnología SIG y drones para analizar la vegetación y su relación con factores ambientales como la altitud y la cercanía a cuerpos de agua. “Se elaboró un Sistema de Información Geográfica (SIG) para gestionar datos georreferenciados y analizar la distribución de la vegetación en las turberas”, indica el informe. Esta información es clave para el manejo y la conservación de estos ecosistemas.
Los investigadores advierten sobre los riesgos que enfrentan las turberas, como el cambio climático y la intervención antrópica, y hacen un llamado a implementar medidas de manejo adecuadas para su conservación.
Con la expansión de la investigación a otras áreas de la Cordillera, esperan obtener más datos para contribuir al diseño de estrategias de conservación para las turberas tropicales de alta montaña en Costa Rica.