
San Pedro, 6 mar (elmundo.cr)- Un grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR), elaboraron varios diseños de viviendas temporales para familias que pierden su casa debido al impacto de una emergencia.
Los diseños son de bajo costo, se elaboran con materiales y estructuras que se adaptaran a las condiciones de riesgo y su proceso de construcción es de tan solo cuatro semanas.
El objetivo de la Escuela es dar soluciones eficientes a cientos de familias que permanecen meses y hasta años en refugios temporales antes de recibir una solución de vivienda definitiva.
Tras el paso de la Tormenta Tropical Nate en Costa Rica, un total de 1605 viviendas fueron afectadas en diferentes partes del territorio nacional, , con un costo de 21 mil 529 millones de colones en pérdidas, según datos del informe de daños de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias.
Emily Vargas, profesora del curso en el que se desarrolla este proyecto, señala que la Escuela promueve la elaboración de propuestas con perspectiva social y de investigación para que el país cuente con futuros profesionales comprometidos con las necesidades del país
El diseño que presentó cada estudiante, fue acompañado por un manual con el instructivo para armar los módulos de forma sencilla.
El objetivo es que cada diseño sea de fácil construcción, con el fin de dar respuesta lo ante posible a las necesidades de las familias que perdieron su vivienda.
Los proyectos debían circunscribirse en un lote de 10 x15 metros. Las áreas varían dependiendo de las propuestas. Las viviendas tienen un área de construcción de 50 a 70 metros y tienen un costo que va de 3 a 6 millones de colones. Se pidió contemplar el mínimo desperdicio y modulación de materiales de construcción.
Se proponen módulos de refugio para las funciones básicas de dormir, comida y aseo. Adicionalmente, el diseño contempla una segunda etapa para ampliar la extensión de la vivienda y poder utilizarla como vivienda temporal durante un plazo aproximado de tres años o más con capacidad para familias de 3 a 8 personas.
En primera instancia, se hizo un estudio de las características bioclimáticas como por ejemplo, zonas expuestas a inundaciones así como las condiciones de orientación, altitud, temperatura, humedad, precipitación para adaptar la vivienda a dichas condiciones.
Se escogieron tres regiones con diversos perfiles bioclimáticos como lo son Bebedero de Cañas, Paquera y Palmar Sur de Puntarenas y se adaptaron los diseños a las condiciones climáticas para lograr confort hidrotérmico, con la utilización de estructuras de madera y materiales comerciales.
José Eduardo Barrantes Romero, estudiante de Arquitectura, señaló que el reto fue realizar una propuesta de construcción flexible que se adaptara a las diferentes condiciones topográficas, climáticas y de amenaza.
Por su parte, Ana María Lizano, otra de las estudiantes, destacó que su propuesta cuenta con materiales de fácil transporte y ensamblaje para que pueda construirse en poco tiempo y para que el modelo se adapte a las condiciones de los tres sitios. Uno de los retos, de acuerdo con Lizano, fue la búsqueda de materiales dentro de la oferta del mercado nacional, puntualizó.
Durante la carrera, la Escuela de Arquitectura imparte 10 talleres de diseño. En este caso, el Taller de Arquitectura Tropical de último año, propuso a los estudiantes el diseño de viviendas temporales de bajo costo adaptadas a las necesidades de familias costarricenses que pierden su vivienda tras una emergencia.
La propuesta será compartida con las autoridades de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias .