San José, 18 nov (elmundo.cr)- La edificación de la escuela Finca La Caja, ubicada en la ciudadela La Carpio y diseñada por el arquitecto Alejandro Granados Figueroa, fue galardonada con el internacional Premio Obras Cemex, en la categoría Valor Social 2019.
La entrega la recibió la empresa Proin S.A., quien construyó la edificación en menos de un año, para beneficio de 2 mil estudiantes.
La empresa Cemex, entrega este premio desde 1991, como una iniciativa que busca distinguir las mejores construcciones en el mundo.
Costa Rica obtiene el galardón junto a las obras de revitalización de la ciudad de Panamá, Centro de Bioingeniería de ITESM del Campus Querétaro en México y El Pavimento de Agua y Luz en L’haÿ les roses, Francia.
El valor social de la obra costarricense repercute en el cambio de una comunidad por medio del espacio educativo, la integración de mano de obra local y el ingenio de construir en un espacio reducido.
La escuela Finca La Caja se construyó en medio de una ciudadela de alto riesgo social, como una prioridad para que los niños tuviesen un espacio diferente a su entorno comunitario, pero en la misma zona.
Alejandro Granados, arquitecto de la Unidad Supervisora del Fideicomiso Educativo MEP-BID-BNCR y encargado del diseño arquitectónico, comentó que para el diseño de la escuela se analizaron matices urbanos, como aspectos geográficos, proporción del terreno versus construcción, confort bioclimático, análisis de materiales con certificación Huella de Carbono, densidad de matrícula educativa sobre porcentajes de metraje del área de edificación y uso del terreno.
La escuela Finca La Caja logra conceptos de sostenibilidad, bioclimatización, aprovechamiento de la luz según su ubicación, manejo de aguas residuales por medio de planta de tratamiento, control acústico, accesibilidad, uso de menaje con material reciclado y uso de iluminación led, entre otros.
Además, para la construcción del inmueble se activó la economía local al contratar a 70% de la planilla en la misma comunidad, se activó la apertura de comedores escolares y es uno de los pocos lugares de la ciudadela con espacios recreativos.
A los ganadores, la organización les entrega una estatuilla creada por el escultor mexicano Miguel Ángel González, que combina mármol negro y concreto, un homenaje a la inspiración del ser humano para utilizar los materiales a su alcance y convertirlos en elementos de expresión de la arquitectura, construcción y el diseño.