San José, 9 mar (elmundo.cr) – El diputado socialcristiano, Erwen Masis, presentó el expediente 22.424 “Ley para la reducción del impuesto único al gas LPG, contenido en el artículo 1 de la ley 8114, Ley de simplificación y eficiencia tributarias, del 4 de julio del 2001 y sus reformas”.
El objetivo de iniciativa es rebajar el impuesto establecido al Gas Licuado de Petróleo, el cual es utilizado en al menos 700 mil hogares y 5000 comercios en Costa Rica, según la Aresep.
La propuesta es pasar el impuesto de ₡51,25 a ₡24 por litro, ubicándose en el mismo valor que tiene en este momento el búnker; combustible también utilizado en la industria, pero con mayor huella ambiental.
Para el socialcristiano, la rebaja al impuesto responde a una necesidad de incentivar la economía nacional, alivianar la carga en los hogares y reactivar algunas industrias cuyo principal combustible es el GLP.
“El desempleo es un reflejo de la falta de competitividad del país, en el cual resulta cada vez más caro producir. La pandemia generada por el COVID-19 solo ha venido a empeorar el problema, al afectar las ventas y cadenas logísticas de las empresas, lo cual ha disminuido los ingresos y aumentado los costos”, mencionó el diputado.
Desde el 2019 la competitividad global de Costa Rica decrece. El país pasó del puesto 55 al 62 según el Foro Económico Mundial. La baja calificación en el dinamismo empresarial es reflejo del lento crecimiento económico y la baja productividad.
El diputado señaló que “la pandemia atenuó los índices socioeconómicos de muchas naciones; Costa Rica no fue la excepción. El cierre de negocios en las diferentes industrias incrementó los índices de desempleo, aumentó el déficit fiscal; y además experimentamos una baja inversión extranjera y nacional. Los costos de producción en el país son altos y no existen incentivos ni una política pública que ayude a revertir esta situación”.
Actualmente, el combustible con el impuesto más bajo es el búnker, por lo que es el más utilizado en la industria para los procesos de producción; algo contradictorio en un país que experimenta una transición hacia energías cada vez más limpias y pretende descarbonizar su economía, de manera que esta propuesta además de ser un impulso a la economía, al bajar costos de producción, les da un espaldarazo a los esfuerzos ambientales.
El GLP es considerado el combustible alternativo más utilizado mundialmente debido al alto rendimiento, lo que lo hace ideal para la industria, producción y transporte. Es versátil y con mayor compatibilidad ambiental, bajar el impuesto hace que este combustible sea más accesible.
Además, es utilizado en industrias de alto consumo, como centros comerciales, espacios de entretenimiento, multinacionales. Es importante para el sector turismo y hotelería; algunos vehículos de turismo, urbanos, de transporte público y carros livianos particulares, fueron convertidos de gasolina o diésel a GLP, precisamente por un mayor rendimiento y menor costo.
En materia de transporte, el país ha dado pasos importantes hacia la transición de este tipo de combustible. Actualmente existen 65 estaciones de servicio que lo distribuyen para el sector transporte.
Del total de gas que se vende en el país, un 38% se dirige a los hogares para cocinar. La reducción de este impuesto tendría un impacto positivo sobre hogares de bajos ingresos, ya que el 44% lo utiliza como principal fuente de energía para cocinar. Según la Encuesta Nacional de Hogares 2019, el total de hogares en condición de pobreza ascendía a 335,895, por lo que mediante esta reducción del impuesto se beneficia aproximadamente a 147,794 hogares.
Las regiones que más utilizan GLP son como la Pacífico Central, Brunca, Huetar Caribe y Norte, con un 70%, mientras que la región Central solo un 39%.