Cartago, 2 jun (elmundo.cr) – El presidente en ejercicio, Marvin Rodríguez, entregó este viernes el certificado de la Denominación de Origen Queso Turrialba a las dos primeras plantas procesadoras de lácteos, siete años después de que fuera otorgada a la Asociación de Productores Agropecuarios (Asoproa).
Se trata de las plantas Productos Lácteos El Torito, de Bernardo Araya, y Productos Lácteos Las Abras de Martín Solano, ubicadas en terrenos sobre los 900 y 3343 msnm entre las comunidades de San Rafael de Santa Rosa y las faldas del volcán Turrialba.
La acreditación se dio luego de un arduo y largo proceso que inició en 2002 con los diversos estudios del queso Turrialba. En 2007 continuó el trámite de registro y finalmente en 2012 se asentó la marca con la Denominación Origen del Queso Turrialba otorgada por el Registro de Marcas a Asoproa.
Las dos empresas que podrán utilizar la marca a partir de este viernes, cumplieron con los requerimientos del pliego de condiciones para DO del Queso Turrialba, entre ellas que la leche proceda de vacas de la región (Jersey o Guernesey) y que sea procesada en plantas instaladas en la zona entre 900 y 3343 metros sobre el nivel del mar.
Esta certificación abarca quesos frescos y maduros producidos mediante el proceso tradicional-artesanal ya sea utilizando leche pasteurizada o bien con leche íntegra que cumple los estándares de inocuidad y calidad.
En la actividad en el Hotel Guayabo Lodge estuvieron presentes Marvin Rodríguez, Presidente en ejercicio; Ana Cristina Quirós, Viceministra de Agricultura y Ganadería; y los presidentes ejecutivos Harys Regidor, del Instituto Nacional de Desarrollo (INDER) y Andrés Valenciano, del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Así como Luis Fernando León, alcalde de Turrialba; Bernardo Jaen, director Senasa; José Luis González, consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación para la Embajada de España y diputados de la provincia de Cartago.
Con esta certificación los productores adquieren un reconocimiento a nivel local, regional e internacional, ya que es la primera Denominación de Origen en productos lácteos a nivel Centroamericano protegidos legalmente y accesibles a nuevos nichos de mercado.
Rodríguez celebró este hecho que marca un hito en la historia no solo de Turrialba sino de Costa Rica. “Este es un hecho que da seguridad jurídica tanto para productores como para consumidores, con impacto económico y social para un sector productivo, que queremos ver replicado en otras partes”, expresó.
“Nos satisface profundamente ver concretados estos procesos que marcan una huella indiscutible para la capacidad productiva y la calidad de los productos de la zona. Son un ejemplo y un orgullo para el país en la búsqueda de la eficiencia, la calidad y la innovación de los productos nacionales”, agregó.
En el acto se reconoció la labor de quienes estuvieron involucrados en la materialización con la Denominación de Origen Queso Turrialba y el Inder anunció que desarrollará un proyecto para el establecimiento de fincas modelo, con la finalidad de fortalecer y capacitar a los productores de la zona en temas de calidad e inocuidad de sus productos.
La viceministra de Agricultura y Ganadería, Ana Cristina Quirós, indicó que este tipo de signos distintivos son una oportunidad para implementar las buenas prácticas agrícolas, pecuarias y de manufactura e incrementar el valor agregado en la producción primaria. “Es una de las rutas más claras que hemos identificado para que el consumidor aprenda a distinguirnos, pero sobre todo a preferirnos”.
Por su parte, Vinicio Araya, presidente del Consejo Regulador señaló que este momento especial e importante garantizará la trazabilidad del Queso Turrialba, “es decir que el consumidor final sabrá que el producto es original: desde el ordeño, el proceso de producción hasta la entrega al punto de venta es nuestro”.
En la zona geográfica de la DO hay alrededor de 550 pequeñas fincas productoras, de las cuales dependen entre 3 a 4 familias por cada una.
Algunos beneficios
Turismo. El desarrollo de la actividad puede exponerse como una experiencia vivencial, es decir, la certificación le dará exposición y por ende, abriría la afluencia de visitantes.
Empleo. Fortalecerá los puestos actuales. Eventualmente generaría nuevos empleos pues al mejorar la economía gracias al incremento de la demanda y oferta del producto, los propietarios de las fincas podrán invertir en mano de obra para poder ampliar la producción.
Relevo generacional. Este proyecto ayudará a la integración de jóvenes en las producciones pecuarias y de esta manera mantendrá las tradiciones de la zona y evitará la migración de las nuevas generaciones a otras regiones.