Cuesta de Moras, 18 nov (elmundo.cr) – Pacientes con enfermedades hepáticas denunciaron ayer jueves el cierre del Centro de Trasplante Hepático y Cirugía Hepatobiliar (CTHCH) del Hospital México, por orden de la Junta Directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
En una conferencia de prensa organizada en la Asamblea Legislativa por el diputado del Frente Amplio, Gerardo Vargas Varela y en la cual también participaron el oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) y el libertario Otto Guevara, más de doce personas enfermas del hígado clamaron por intervención del Parlamento ante la eliminación del único centro que les da tratamiento.
La denuncia se dio un día después de que EL MUNDO revelara como un hígado donado no le fue trasplantado a la persona que más le urgía según una lista oficial, sino que se lo entregaron a otro enfermo que no lo requería de inmediato, dejando como resultado la muerte de la persona más necesitada.
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Cubiertos con mascarillas para protegerse de los agentes externos debido a sus bajas producto del tratamiento con esteroides al que deben someterse, los afectados expusieron por espacio de media hora como una decisión de la Junta Directiva de la Caja a inicios de este mes, eliminó el CTHCH, contrariando una sentencia de la Sala Constitucional.
Por mandato de la máxima sala de la Corte Suprema de Justicia, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) debió crear el Centro de Trasplante Hepático y Cirugía Hepatobiliar (CTHCH) del Hospital México, como el lugar donde se efectuarían procedimientos quirúrgicos y se daría el tratamiento a las personas enfermas del hígado, quienes hasta la llegada de esa sentencia el 13 de julio de 2004, tenían casi nulas esperanzas de poder sobrevivir a su enfermedad.
Sin embargo y según consta en el oficio GM-AJD-21490-2016 del pasado 7 de noviembre suscrito por la Gerente Médica de la Caja, Maria Eugenia Villalta Bonilla, la Junta Directiva acordó eliminar el centro de trasplante y cirugía, además de trasladar todo su recurso financiero, humano y tecnológico a la Dirección Médica del Hospital México para que además, los procedimientos se hagan en el Hospital Calderón Guardia y el Hospital Nacional de Niños a modo de descentralización.
La decisión de clausurar el Centro de Trasplante Hepático y Cirugía Hepatobiliar sería una flagrante violación al mandato efectuado por la Sala Constitucional mediante su sentencia del año 2004.
Los quejosos, representados por la Fundación Nueva Vida afirmaron que no descartan acudir de nuevo ante esa instancia para garantizar la continuidad del centro.
Desacatar una orden de la Sala Constitucional acarrea como castigo tanto sanciones económicas como penales.
El diputado Gerardo Vargas dijo que su despacho dará seguimiento a la denuncia, mientras que el diputado oficialista Marvin Atencio, que además es médico, dijo que envió un oficio a las autoridades de la Caja pidiendo explicaciones, sin embargo las mismas no le han sido entregadas.
De igual forma, EL MUNDO solicitó a la Caja Costarricense del Seguro Social información sobre la desviación de órganos donados entre el Hospital México y el Hospital Calderón Guardia, sin embargo nunca remitieron las respuestas a las preguntas planteadas.
Sobre esa desviación, que podría considerarse igual o más grave que el ocultamiento de las listas de personas esperando un cateterismo, los legisladores indicaron que antes de iniciar una investigación en el Congreso sobre el caso, debían conversar con la familia de los afectados para que estos den su consentimiento.
EL MUNDO solicitó ayer a la CCSS un comentario sobre la denuncia del cierre de este centro, sin embargo el mismo no fue suministrado pese a que ayer a la hora de la petición se encontraba sesionando la Junta Directiva de la institución.
