San José, 22 ene (elmundo.cr) – Cada día, 46 personas pierden la vida en alguna playa, lago, río o piscina alrededor del mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al año se registran 372 mil muertes por ahogamiento en diferentes escenarios acuáticos por accidente, falta de información sobre los peligros de las corrientes, el viento y las profundidades en la zona, no saber nadar, una indigestión, por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas hasta no supervisar las condiciones de seguridad de las embarcaciones.
Costa Rica no es la excepción. Esto motivó a la Dra. Adriana Quesada Carillo para realizar la investigación “Evolución y carga de la enfermedad por ahogamientos en Costa Rica en los años 1990 al 2014” con la cual obtuvo el grado de Licenciatura en Medicina y Cirugía de la Universidad Hispanoamericana (UH), y contó con el apoyo de la Unidad de Investigación de la UH a cargo del Dr. Ronald Evans, epidemiólogo, la Dra. Yazlin Alvarado, en calidad de tutora y el MSc. Roger Bonilla Carrión, estadístico
Para la investigadora “en Costa Rica, hay muchos factores que afectan la salud pública, uno de estos son lo ahogamientos de los cuales se conocen pocos estudios de investigación, escasos son los trabajos que se hayan realizado con respecto al tema para conocer en sí la problemática en esta región”.
“Los ahogamientos pueden presentar una problemática significativa que puede experimentar muchos cambios durante varios años como por ejemplo durante el período entre 1990 – 2014, debido a las diferentes actividades que hay y como ejemplo de ello, son la temporada de vacaciones, en donde las personas suelen acudir a playas u otros sitios acuáticos donde pueden presentarse más incidentes por ahogamientos en estas áreas y por consiguiente logran variar la cantidad de muertes año tras año”.
Este trabajo tiene una gran relevancia al presentar además de la mortalidad, las tasas por cada 100.000 habitantes de los años de vida ajustados por discapacidad, años de vida con discapacidad y años de vida perdidos por ahogamiento.
Lo anterior, permite dar una visión más amplia de cómo impacta al país el perder personas en edades muy productivas o tener que desarrollar programas que mejoren la calidad de vida de los sobrevivientes.
Aguas traicioneras
Para el estudio se consultaron las bases de datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el Ministerio de Salud, Organización Mundial de la Salud, el Organismo de Investigación Judicial, la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto de Métricas y de Evaluación en Salud de la Universidad del Estado de Washington, en los Estados Unidos. Además, algunas investigaciones o artículos sobre las zonas costeras de Costa Rica.
Durante este periodo, 2.981 personas entre los 0 y los 75 años perdieron la vida por accidentes acuáticos.
A nivel anual, se registraron entre 90 a 157 fallecimientos. La cifra más alta se presentó en 1995 con 157 decesos. Mientras que en 2013 contabilizó la estadística más baja con 90 muertes.
En general, los datos del INEC evidencian que la tasa de fallecimientos es muy variable año a año. Aunque a partir 2010 se refleja una tendencia hacia la baja.
La investigadora explicó que “las tasas más altas se presentan en el año 1995 con un valor de 4,98 y en el año 1992 con una tasa de 4,82 por cada 100.000 habitantes.
En el año 1991, se presenta la disminución más significativa de muertes por ahogamientos con una tasa de 0,51 al registrarse menos decesos, unas 16 personas en total contando hombres y mujeres, perdieron la vida por inmersión. Posteriormente vuelve a aumentar estos casos en los años siguientes y mayormente entre 1992 – 2008 donde posteriormente se presenta de nuevo una disminución hasta el 2014”.
A nivel de sexos se presentan diferencias importantes según los datos del Instituto de Métricas de Salud. Las principales víctimas son los varones. La razón es por cada 6 hombres ahogados, se registra solo una mujer (la razón exacta es 5,73:1).
Al escribir sobre incidencia se debe tomar en cuenta que según la Organización Panamericana de la Salud, el ahogamiento se define como el proceso de sufrir dificultades respiratorias por sumersión o inmersión en un líquido, con resultados que se clasifican en muerte, morbilidad o discapacidad, es decir que puede ocasionar la muerte, sobrevivir o quedar con discapacidad..
La Dra. Quesada Carrillo encontró que “los datos tienen una significativa diferencia ya que, los resultados obtenidos en las mujeres presentan menor incidencia en los años del estudio; las tasas para el sexo femenino la más alta se encuentra en 6,7 por 100.000 para el año 1990 y entre 2001 y 2006 muestran una disminución por ahogamientos”.
“Con respecto a los hombres las tasas más altas se encuentran entre 24,0 – 23,8 por cien mil habitantes en los años de 1990 y 2010 respectivamente y donde las cifras restantes se mantuvieron en rangos cercanos a los antes descritos y como ejemplo se toma la cifra más baja que se presenta en el 2014 con una tasa del 22,6 por ciento”.
Los datos del INEC sobre ahogamientos en varones reflejan que hay diferencias importantes por año.
Con respecto a la mortalidad por sexo, la investigadora encontró que en “los primeros años del estudio, las tasas más altas se encontraron al principio del lapso, siendo más significativo en los años de 1995 y 1996, con tasas del 9,4 y 9,3 por 100.000 respectivamente. Posteriormente, muestra una baja en las tasas a partir del año 2006 en adelante donde salen a relucir los años 2013 y 2014 donde hay menor cantidad de hombres fallecidos a causa de ahogamientos, con tasas de 3,78 y 4,19 por 100.000
respectivamente, variando un poco debido a la población en cada año”.
Al analizar las tasas de mortalidad en mujeres existe una diferencia importante.
Gráfico N° 4. Tasa de mortalidad general femenina de todos los grupos de edad, debida a ahogamientos en Costa Rica, 1990-2014. (Tasa por 100,000 habitantes)
Fuente: elaboración propia con datos del INEC.
Las tasas por ahogamientos para féminas de todas las edades son bajas. Para 1996 se registra un cambio importante con una tasa de 1,46 y con un total de defunciones de 25 mujeres fallecidas por ahogamientos.
“Para los siguientes años, mayormente en el 2001 comienza a disminuir las cifras de muertes por ahogamientos con tasas que van de 0,35 hasta 0,4 por 100,000 habitantes. Un ejemplo de esto se presenta en los años 2004-2007-2010 y 2012 donde se presentan las tasas más bajas que en otros años más recientes por ahogamientos en mujeres con tasas de 0,53, 0,51, 0,4 y 0,43 respectivamente. Su tendencia desde los años de inicio del estudio hasta los más recientes, tiende a disminuir” detalló la Dra. Quesada Carrillo.
Cuadro 1. Comparación del total de muertes de féminas y varones por ahogamiento agrupadas por edades en el periodo de 1990 al 2014.
Para ambos sexos, el mayor número de víctimas se ubican en tres grupos: 0-14 años (33,1%), 15 a 29 (37,7%) años y de 30 a 44 años (22,6%). Un hecho preocupante cuando las personas apenas empiezan a desarrollar y potencializar sus habilidades y destrezas.
Las principales provincias que reportan los accidentes acuáticos son Limón, Puntarenas y Guanacaste
Tabla N° 7. Tasa de mortalidad por ahogamientos en Costa Rica según provincia 1990 – 2014. (Tasa por 100.000 habitantes)