Ellos compiten con la costarricense Rebeca Grynspan por la Secretaría General de la ONU

Fotografía tomada del Facebook de Rebeca Grynspan Mayufis.

La diplomacia global ya mira hacia el 2027. La elección del próximo secretario o secretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se acerca y con ella, una competencia que mezcla geopolítica, experiencia, representación regional y una creciente presión por romper barreras históricas.

Costa Rica anunció oficialmente esta semana la postulación de Rebeca Grynspan, exvicepresidenta de la República (1994-1998) y actual secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), como su carta para liderar la ONU cuando finalice el segundo mandato del portugués António Guterres.

Pero no está sola en la carrera. Desde distintos rincones del planeta comienzan a perfilarse candidaturas de peso, con trayectoria internacional y respaldo político. A continuación, los principales nombres que compiten con Grynspan por uno de los cargos más influyentes del mundo:

Michelle Bachelet (Chile)

Dos veces presidenta de Chile, Bachelet es una figura ampliamente reconocida en el ámbito internacional. Ocupó el cargo de Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y fue la primera directora de ONU Mujeres. Su perfil como médica, activista por los derechos humanos y líder política la coloca como una fuerte aspirante, con respaldo del gobierno chileno de Gabriel Boric.

Alicia Bárcena (México)

Exsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ex canciller y actual ministra de Medio Ambiente en México, Bárcena combina experiencia técnica con manejo político. Su nombre fue valorado por la presidenta Claudia Sheinbaum como una opción seria para representar a México en esta contienda.

Mia Mottley (Barbados)

La primera ministra de Barbados ha ganado notoriedad internacional por su liderazgo en temas de justicia climática y desarrollo sostenible. Mottley ha sido una voz influyente en foros globales y representa el Caribe, una región que nunca ha ocupado la Secretaría General de la ONU.

Jacinda Ardern (Nueva Zelanda)

Reconocida por su estilo de liderazgo empático, Ardern dejó el cargo de primera ministra de Nueva Zelanda en 2023 con altísimos índices de aprobación internacional. Ha trabajado en temas de lucha contra el extremismo y diplomacia humanitaria. Es uno de los nombres más populares fuera de América Latina.

Rafael Grossi (Argentina)

Director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Grossi ha sido figura clave en negociaciones nucleares internacionales. Su perfil técnico y diplomático le da credibilidad en temas de seguridad global, aunque su candidatura aún no es oficial.

David Choquehuanca (Bolivia)

Actual vicepresidente boliviano y ex canciller, Choquehuanca representa una visión indígena y regionalista en la diplomacia internacional. Su nombre ha sido mencionado en espacios regionales como una alternativa diferente, aunque con menos exposición global.

¿Y Rebeca Grynspan?

La costarricense parte con una ventaja clave: su nombre goza de reconocimiento en el Sistema de Naciones Unidas. Es la primera mujer iberoamericana en liderar la UNCTAD, fue secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y se le reconoce por su capacidad técnica, diplomática y política.

Si bien el proceso formal de elección se activa a finales de 2025, los movimientos diplomáticos ya comenzaron y se espera una fuerte puja entre bloques regionales, grandes potencias y sectores que piden paridad de género en los más altos cargos de la ONU.

Hasta ahora, en casi 80 años de historia de las Naciones Unidas, ninguna mujer ha sido secretaria general. Esta vez, América Latina podría cambiar eso.

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