San José, 10 feb (elmundo.cr) – El diputado de Nueva República, Fabricio Alvarado, cuestionó la posición del presidente de la República, Rodrigo Chaves, de que el país siga siendo parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Alvarado aseguró que “nos llamaron locos hace 7 años, pero hoy las conspiraciones dejaron de ser conspiraciones. Nos llamaron locos en 2018 cuando dijimos salgamos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero estábamos 7 años adelantados”.
“Hoy sabemos que Costa Rica tampoco debería estar en la Organización Mundial de la Salud. En 2020 la OMS nos arruinó la vida. Negocios quebrados, familias destruidas, sueños hechos pedazos por medidas criminales disfrazadas de salud”, recalcó.
El diputado insistió en que “no fue por nuestro bienestar, fue un saqueo, un negocio de unos pocos a costa del sufrimiento de millones. Las grandes potencias ya despertaron. El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud. El gobierno de Argentina anunció este miércoles que el país se retirará de la Organización Mundial de la Salud”.
“Nosotros lo advertimos, pero Rodrigo Chaves se burló”, comentó el legislador.
En referencia a las declaraciones de Chaves, en una conferencia de prensa, donde indicó que “esos que andan metiendo miedo o lo hacen por ignorancia, falta de estudio, falta de entendimiento, o porque quieren un minuto de atención del pueblo. Costa Rica no se va a salir de la OMS, ni de las Naciones Unidas, ni de la Organización Interamericana de Estados Americanos, porque eso no tiene sentido”.
“Nos llamó ignorantes, nos quiso ridiculizar, pero ¿quién tenía razón? Despertemos. Estos tentáculos del globalismo no protegen ni nuestros derechos ni nuestra salud. Nos esclavizan, nos imponen su agenda, nos roban la soberanía”, insistió.
Para Alvarado “nuestro gobierno le sigue el juego a la OMS. No ha frenado la Agenda 2030 y esa agenda es el origen de muchos de los males que nos aquejan hoy. Es momento de despertar. No más gobernantes tibios que se arrodillan ante las ideologías progresistas“.
“La Agenda 2030 sigue avanzando y con ella, la pérdida de nuestras libertades. Pero la batalla cultural está en marcha y ya vemos algunas señales de que podemos ganarla”, concluyó.
