Quepos, 12 jul (elmundo.cr)- El dueño del reconocido Gaia Hotel & Reserve, Boris Marchegiani, se ha batido en los últimos meses entre colaborar económicamente con sus decenas de empleados y asumir los gastos de la instalación, que no paran a pesar de la pandemia.
“El problema más grave que tiene el turismo es que ha sido exitoso en Costa Rica. Es decir, diseñaron un león pero tenemos comida en estos momentos para un gato. El león se está muriendo de hambre. Y no hay mucho que se pueda hacer. Que se le pueda echar la culpa al doctor Salas, al gobierno, realmente no hay para dónde agarrar. La solución tiene que ser en común para todos”, expresó.
Marchegiani realizó críticas al gobierno de la República en cuanto a la gestión de ayudas a quienes se han visto afectados por la crisis, específicamente sobre el Bono Proteger.
De acuerdo con el ex candidato a alcalde, el Poder Ejecutivo debió canalizar dichas ayudas económicas a través de las propias empresas, es decir, a través de mecanismos internos ya existentes. Citó el caso de Holanda, donde se le dio dinero a Airbnb porque tienen 6 mil empleados; y Estados Unidos, donde el gobierno aprobó préstamos a las empresas, de los cuales el 75% tiene que se destinado a pagar a los obreros y lo estante para demás gastos.
“En lugar de lo que hicimos aquí con el Bono Proteger. Es un problema gravísimo porque la gente dejó de operar con la Caja, con el INS, y el dinero salió de una forma de ingreso ilegal prácticamente al empleado; mientras que podía haber entrado fácilmente por los circuitos ya existentes. La forma más sensata era darle un préstamo a los hoteles a través de la Banca de Desarrollo y que ese dinero fuera distribuido a los empleados en la forma que el empleador deseara tener, y ese dinero podría haber sido regalado al empresario siempre y cuando lo usara para sus empleados”, propuso.
El empresario también agradeció el apoyo del BAC San José en medio de esta crisis. Comenta que le han readecuado préstamos y con dinero para el flujo de caja, que es lo que le permite colaborar con más de 30 de sus empleados.
Aunque actualmente no puede contratar a ninguno, Boris ha creado en los últimos cuatro meses una especie de colaboración mutua con sus trabajadores.
“Se está dejando que vengan como puedan y que presenten el servicio que puedan. Uno les está contribuyendo a ellos con colaboraciones a manera de que lo necesiten: si necesitan una bolsa de comida vamos y la compramos, si los echan de la casa pues ayudamos. Hemos estado haciendo lo posible por nuestros empleados, no a manera laboral porque no hay suficientes huéspedes. Un 30% o 40% de mis empleados no han recibido el bono, entonces yo estoy ayudándolos porque no tienen de dónde sacar ni siquiera para comer”, agrega.
El dueño de Gaia también impulsó un proyecto de ley para utilizar el dinero del fideicomiso del Parque Nacional Manuel Antonio, que son 7 mil millones de colones. De esa cifra, 1200 millones se van a dirigir a diarios de comida a través de la Comisión Nacional de Emergencia.
“Durante las épocas en que las economías han estado destrozadas, ha sido cuando han salido las mayores obras de bienestar social. Por eso no quiero ser negativo porque creo que si usamos la pandemia para aprender vamos a tener un futuro un poco más brillante”, dijo.
A nivel personal, Marchegiani reconoció que nunca ha estado en una situación de este tipo y tuvo una depresión bastante fuerte. Asimismo, el tema de os gastos del hotel sigue sin detenerse pese al bajo flujo de huéspedes.
“En un hotel paran los huéspedes pero no paran los costos. Estoy pagando más de electricidad cerrado que lo que le puedo pagar a los empleados. Tengo que recortar la ayuda a los empleados por los costos del ICE”, lamentó.
Lo mismo le sucede con el agua y otros gastos fijos que no puede quitar: luces encendidas toda la noche, seguridad, limpieza de la reserva natural. Además del costo de la readecuación del hotel por la COVID-19, que superó los 15 mil dólares.
“Los gastos que me están llevando a la ruina son los relacionados con el gobierno. Electricidad, agua, la Caja, el INS, todo lo que tiene que ver con el gobierno de alguna manera (…) El mayor recurso que tenemos en este mundo es el ser humano. No puedo tener un hotel de cinco estrellas si tengo que reemplazar a cada rato a mis empleados. El promedio de estadía en el hotel de trabajo son 8 años y medio”.
En cuanto a las ofertas para reinventarse siempre ha existido en el hotel un 25% de descuento para nacionales y en estos últimos meses ha dado hasta el 50%, con dos comidas diarias. Tiene algunos clientes los fines de semana, pero no es suficiente.
“El problema que tenemos es que ya se ha erosionado la capacidad de compra de los empleados, la manera que se deteriora el colón se va a incrementar notablemente. Creo que sin tener ninguna salida en absoluto vamos a terminar como en 700 y algo de colones cada dólar, . Si tenemos bonos de 125 mil colones para las personas y estás disminuyendo la capacidad de compra en un 30%, estás dando equivalente a un bono de 90 mil colones. Hay que mantener los sistemas internos a las empresas, ayudar a las empresas, que es ayudar a los empleados. Es la clave, porque así se continúa generando valor agregado en la sociedad”, concluyó.