![](/wp-content/uploads/2020/12/133354723_2829711353968933_2972338567046452769_o.jpg)
San José, 29 dic (elmundo.cr) – El diputado Dragos Dolanescu presentó un proyecto de ley para otorgar el benemeritazgo al pintor Rafael Ángel Fernández Piedra, conocido como Rafa Fernández.
La iniciativa Benemeritazgo de la Patria para el señor Rafael Fernández se encuentra bajo el expediente número 22339, y contó con el apoyo de 49 diputados.
Dolanescu señaló que “en tiempos de pausa y recarga, es bueno recordar iniciativas positivas que pudimos hacer este año. Rafa Fernández , premio Magón de Cultura 2002, es uno de nuestros mejores artistas con una carrera que duró aproximadamente 60 años”.
“Es por ello que propuse un proyecto de ley para nombrar benemérito de la patria a Rafa Fernández por su aporte a las artes y enaltecer el nombre de nuestro país”, sostuvo.
Según indica el proyecto Rafa Fernández fue considerado un maestro de la pintura y reconocido a nivel internacional como uno de los máximos exponentes del realismo mágico latinoamericano. Su obra se distingue principalmente por la temática relativa a la feminidad y sus misterios.
Fernández obtuvo tres veces el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en Artes Plásticas (1968, 1972 y 1975), aunque la primera vez lo rechazó por no convenir con las apreciaciones del jurado. En el año 2002 obtiene el Premio Magón; siendo este el galardón más importante que otorga el Gobierno de Costa Rica, por medio del Ministerio de Cultura y Juventud a un ciudadano o ciudadana en reconocimiento a la labor de una vida en el campo de la cultura.
El suplemento de cultura del periódico La Nación, ÁNCORA del 17 de agosto de 2008, califica la obra de Rafa Fernández como: “Un feliz matrimonio entre el color y el dibujo”.
Mientras que la hija del pintor, la curadora de arte, Alma Fernández, le dijo al Semanario Universidad, del 22 enero 2019, que “hoy cada una de estas pinturas cuenta cómo un hombre puede liberarse y trascender a través de su pasión y talento, y cómo su espíritu de lucha y su genio le alcanzaron, no solo para superar la adversidad a través de su lenguaje, sino que se hizo cada vez más profundo, más rico y más sofisticado”.
“Pintó miradas, pintó tauromaquias que no son otra cosa que la lucha, su lucha, entre la vida y la muerte, y desde luego sus únicas e irrepetibles mujeres, ataviadas, poderosas, ancestrales, pintadas con el alma”, aseguró Fernández sobre su padre.