Redacción, 24 nov (elmundo.cr) – Los diputados no leen lo que aprueban en el Plenario legislativo. Así quedó demostrado una vez más este martes, cuando los diputados se dispusieron a resellar un decreto legislativo que había sido vetado por Laura Chinchilla, relativo al tratamiento integral para las personas celiacas (alérgicas al gluten).
Tras conocer un informe de la Comisión de Asuntos de Constitucionalidad, donde se recomendara que fuera el Plenario el que decidiera si se resellaba o se aceptaba el veto impuesto por Chinchilla, los legisladores simplemente votaron el informe y lo dieron por resellado, sin saber que lo que correspondía era pronunciarse a favor o en contra del resello. Si bien presentaron una moción para revisar la votación, fue rechazada.
La voz de alerta la dio Edgardo Araya del Frente Amplio, quien sí leyó el informe correspondiente.
El problema se agrandó porque los legisladores, posterior a “resellar” el decreto legislativo y convertirlo en Ley, aprobaron un proyecto de Ley sobre el Código Procesal Civil en primer debate y posteriormente, presentaron una moción de revisión para revisar el procedimiento a la hora de resellar el texto vetado.
Luego de explicar lo que en realidad decía el informe, los diputados dieron la razón al frenteamplista, por lo que presentaron una segunda moción de revisión para repetir el procedimiento.
Jorge Rodríguez criticó el hecho porque para él, la intensión del legislador es resellar el texto y eso fue lo que se hizo, por lo que el argumento de que la Sala Constitucional interpreta leyes es falso, ya que usa como base la intención del diputado para tomar una decisión.
Carlos Arguedas, diputado del PLN y exmagistrado constitucional dijo que en efecto lo que cuenta es la intención del legislador. Su compañero Rolando González dijo que se guardaba la potestad de disentir sobre la decisión del directorio, ya que esto podría sentar un precedente que sea usado en contra de los diputados a posterior.
Antonio Álvarez Desanti dijo que la decisión del Directorio de acoger la moción de revisión y ponerla a discusión, al no ser apelada, no es motivo de nulidad.
La discusión retrasó el avance de la agenda por más de 30 minutos.
