San José, 6 jul (elmundo.cr) – La diputada de Liberación Nacional, Katherine Moreira, se suma a solicitud de modular el “tono” dentro del discurso político que imparten los mismos diputados, la autoridades de Gobierno y hasta los medios de comunicación, así lo dio a conocer en una entrevista con El Mundo Radio (91.1 FM).
Según Moreira “hay que alzar la voz y pedir basta ya de los mensajes de odio para volver a la tolerancia”.
La diputada aseguró que su compromiso por alcanzar ese objetivo dentro de la sociedad costarricense la llevó a tocar de nuevo en el control político el tema sobre su iniciativa en el Parlamento, que es la Ley para la eliminación de discriminación y la penalización de todas las formas de violencia étnico- racial, bajo el expediente 23.674.
Esta propuesta fue presentada el 12 de abril del presente año y apoyada por 17 compañeros de su fracción así como su homóloga María Marta Padilla Bonilla del oficialismo.
“Una se pregunta ¿por qué los mensajes de odio?, es muy lamentable que el estudio que presenta la Universidad de Costa Rica con las Naciones Unidas nos indican que el mensaje de odio y ese discurso de rechazo, así como la misma discriminación ha aumentado en un 255%”, señaló la legisladora.
De acuerdo con la diputada los hombres son los principales emisores de ese mensaje pero le preocupa que las mujeres también estén siendo parte de ese discurso de “odio”.
“Eso se basa principalmente en a la hora de referirse a nosotros principalmente en los medios de comunicación (…) y también la censura a la libertad de expresión, y todo mundo lo que dice es que “ahora todo es discriminación”, apuntó la congresista.
También lamentó que esos mismos mensajes de odio se están propagando desde las escuelas. “Cuantos videos de niños y jóvenes en los centros educativos a lo largo de todo el país, hemos observado las peleas y esto ¿por qué? Por los mismos mensajes de odio”, aseguró Moreira.
Moreira por último hizo referencia al ambiente que se vive desde la Asamblea Legislativa, y es que aseguró que es una guerra qué hay entre las diferentes fracciones.
“No podemos estar de lunes a viernes sirviéndole al diablo y sábados y domingos dándonos con una piedra en el pecho en el culto, cuando a la vez nosotros nos empeñamos en la no aceptación de los mismos compañeros del Plenario”, concluyó la diputada verdiblanca.