Desde pesca recreativa, un museo subacuático, jardinería de corales o surf en una reserva mundial: así es el turismo marino en Costa Rica

San José, 13 sep (elmundo.cr) – ¿Sabía que en Costa Rica hay un museo subacuático? ¿O que puede surfear en una de las 11 reservas mundiales de surf en el mundo sin salir del país?

Cada año, más de 157 mil turistas vienen a Costa Rica a practicar la pesca turística atraídos por la hermosa naturaleza y nuestra enorme biodiversidad marina. Esta actividad económica genera $520 millones al año y más de 32 mil empleos directos e indirectos.

Este es solo un ejemplo que demuestra el gran potencial del turismo marino en nuestro país, y que también viene de la mano de esfuerzos para impactar de manera positiva a las comunidades costeras y a la biodiversidad del país.

“Estamos empezando a ver el reconocimiento que tiene este sector y las grandes oportunidades que tiene para desarrollar diferentes actividades. Porque cuando un turista viene a Costa Rica a pescar no solo hace eso, sino que se trae a su familia, contrata transporte, embarcaciones, aprovecha para hacer tours de avistamiento de ballenas o snorkeling, se quedan en promedio 12 días y todo eso ayuda a las comunidades costeras a salir adelante”, afirmó Marina Marrari, directora ejecutiva de la Federación Costarricense de Pesca Turística (Fecop).

El primer museo subacuático de Centroamérica está en playa blanca de Garabito

Luego de mantener un proyecto de conservación de lapas por 30 años mediante el cual se logró pasar el territorio de anidamiento de la lapa roja de 613 kilómetros cuadrados a más de 2.300 km en el Pacífico Central, el Hotel Punta Leona decidió volver su vista al mar y creó un programa de turismo marino regenerativo.

Una de las iniciativas es un museo subacuático formado por 6 piezas sumergidas y otras 3 que están en camino. Se trata de estructuras de tortugas lora, rayas y hasta un cocodrilo que pueden ser apreciados por los turistas haciendo snorkeling o scuba diving.

El proyecto va más allá de un atractivo turístico, ya que va de la mano con una iniciativa para regenerar la vida marina en la zona de Playa Blanca de Garabito. Gracias a esto, se han instalado estructuras de cemento que se convierten en zonas de refugio, alimentación y reproducción para una gran variedad de especies. Los resultados han sido muy positivos: en 3 años, el número de especies en la zona pasó de 4 a 60 y si hablamos del número de individuos, cambió de 300 a 3 mil entre el 2019 y el 2022.

Playa Hermosa: una de las 11 reservas de surf en el mundo

La organización Save the waves, le otorgó a Playa Hermosa (Garabito, Puntarenas) el reconocimiento como reserva de surf. El galardón busca preservar y potenciar los atractivos ambientales, culturales y económicos de zonas que tienen una combinación única de biodiversidad y buenas olas.

Y es que según Save the Waves, el 85% de los mejores puntos para hacer surf en todo el mundo, están localizados en zonas de alta biodiversidad.

Además, Costa Rica World Surfing Reserve reveló que los turistas que surfean en Playa Hermosa se quedan entre 7 a 10 días, van 2 veces al año y gastan un promedio de $114 por día. Anualmente, esta actividad aporta $14 millones anuales a la economía local de Playa Hermosa.

Un proyecto busca recuperar los corales en la Península de Papagayo

La alianza Culebra Reef Gardens lleva 4 años regenerando los arrecifes de coral en Bahía Culebra. Esto es de enorme importancia, ya que en estas estructuras es donde habita el 25% de la vida marina.

Se trata de un proyecto en conjunto del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Costa Rica, la organización Península Papagayo, el Ministerio Nacional de Ambiente y Energía (Minae), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), el Área de Conservación Tempisque y la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrrollo (GIZ)

En el 2019, el proyecto empezó con 3 viveros en los que se regeneran corales en estructuras de metal en el mar. La iniciativa ofrece a los visitantes la posibilidad de adoptar un coral, ayudar a limpiar las estructuras y hacer snorkeling en las zonas de rehabilitación, donde se puede ver una enorme cantidad de vida marina.

Actualmente, es la iniciativa de restauración de corales más grande de Costa Rica.

Estos y otros proyectos de turismo y conservación se expusieron en el evento “Mar de oportunidades: turismo marino no tradicional y desarrollo económico costero en Costa Rica”, realizado en el marco del pasado Congreso Nacional de Turismo en el Centro Nacional de Convenciones.

El evento contó con la participación de representantes del sector turismo, especialistas en conservación y fue organizado por la Cámara Nacional del Turismo (Canatur), el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y la Federación Costarricense de Pesca Turística (Fecop).

También se contó con la presencia de la diputada de la República, Kattia Cambronero, quien enfatizó en la necesidad de poner la zona marino- costera en la agenda país.

“Tenemos un mar de oportunidades si volvemos la vista al mar y a las costas. Lo que tenemos que hacer para que Costa Rica resalte en el tema de turismo marino es generar una red de investigación que realmente logre tener los recursos necesarios, no solamente para términos de investigación en protección sino también para potenciar actividades productivas en las que podamos involucrar las comunidades costeras.”, afirmó Cambronero.

Otros expositores apuntaron:

Bary Roberts, ex presidente de Canatur

“Realmente una contribución extraordinaria la de Fecop y Canatur en este evento. Es el momento de que Costa Rica entera se dé cuenta del potencial y la oportunidad que nos da la zona marina para poder ampliar toda la actividad turística que tenemos, como pocas veces la hemos tenido. Porque cuando al turismo le va bien, a Costa Rica le va mejor”

Susana Vicente Alamo, directora de sostenibilidad Península Papagayo

“Lo más importante de este proyecto es la restauración de ecosistemas que estamos teniendo, que beneficia a las comunidades locales, la pesca deportiva, la pesca de subsistencia y la belleza escénica del lugar. Nuestro mayor impacto está en cómo logramos involucrar a todos los actores desde la alianza público-privada, hasta los huéspedes, clientes, las comunidades y las escuelas y colegios para llevarles la concientización de la vida marina a los más pequeños”.

Kattia Cambronero, diputada de la República

“Un reto fundamental que tenemos como país es lograr la participación de las comunidades en las actividades productivas y de conservación marino-costera. Este es un reto que nos va a permitir que las mismas comunidades hagan trabajo de conservación, pero que además puedan vivir de ese trabajo de conservación”.

“Tenemos un mar de oportunidades si volvemos la vista al mar y a las costas. Lo que tenemos que hacer para que Costa Rica resalte en el tema de turismo marino es generar una red de investigación que realmente logre tener los recursos necesarios, no solamente para términos de investigación en protección sino también para potenciar actividades productivas en las que podamos involucrar las comunidades costeras.  Y además generar procesos educativos para estas comunidades”.

Marina Marrari, directora ejecutiva de la Federación Costarricense de Pesca

“Estamos muy agradecidos con la oportunidad y la invitación de Canatur y el ICT porque este evento permite sensibilizar sobre la importancia que tiene el turismo marino para nuestras comunidades costeras y las grandes oportunidades que hay en desarrollar este tipo de turismo para beneficio también de nuestros ecosistemas”.

“Estamos empezando a ver el reconocimiento que tiene este sector y de las grandes oportunidades que tiene para desarrollar diferentes actividades. Porque cuando un turista viene a Costa Rica a pescar no solo hace eso, sino que se trae a su familia, contrata transporte, embarcaciones, aprovecha para hacer tours de avistamiento de ballenas por ejemplo o snorkeling, se queda bastantes días y todo eso ayuda a las comunidades costeras a salir adelante”.

 Jenny Asch, Programa Marino Sinac

“El principal reto que tenemos como país es contar con la información técnica que nos permita tomar decisiones. El uso de los recursos debe ir de la mano con la información que nos permita saber cuál es el impacto de este uso en la naturaleza, porque no podemos ser cómplices en la pérdida de la biodiversidad”.

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