Puntarenas, 24 ago (elmundo.cr)- Ya son poco más de cuatro años en los que la mala recaudación de impuestos le deja una cara factura a la Municipalidad del cantón central de Puntarenas, encaminándola a la insostenibilidad si no se toman medidas urgentes.
Desde el 2011 la institución presenta en sus liquidaciones presupuestarias, aprobadas por el Concejo Municipal, resultados deficitarios consecutivos por sumas millonarias, mostrando así un desequilibrio entre los ingresos y los gastos del Municipio, siendo estos últimos mayores en todos estos años a los ingresos percibidos.
Aunque esta situación se ha repetido durante varios años, resalta la cifra del 2012 que alcanzó la suma de ¢423.55 millones como el mayor déficit acumulado.
Como consecuencia de la falta de presupuesto, la Municipalidad ha tenido que utilizar recursos del Superávit Específico que mantiene inactivos en cuentas corrientes bancarias y en inversiones en títulos valores y que por lo general, están destinados para la ejecución de obras y proyectos de inversión, además del pago de salarios o servicios y la compra de artículos de oficina.
Otro de los aspectos que preocupa a las autoridades son las diferencias millonarias entre los saldos de efectivo registrados en los informes de liquidación presupuestaria y por la Contabilidad Municipal que no coinciden al final del periodo producto de la ejecución.
¿A qué se deben estos déficits?
Actualmente, la Municipalidad de Puntarenas carece de un sistema integrado de registro y control del sistema de administración financiera institucional, sumado a esto hay ausencia de conciliaciones efectivas y oportunas de los registros a cargo de la Contabilidad, Presupuesto y Tesorería municipales y de los estados de las cuentas bancarias.
La situación anterior se ve reflejada en la morosidad de los contribuyentes municipales durante el 2014, la cual alcanzó un monto de ¢5.950,84 millones, equivalente aproximadamente al 57% de la suma puesta al cobro para ese año que hace referencia a los ¢10.374.70 millones, porcentaje que excede a su vez la morosidad esperada del sector municipal que se encuentra en un 31.8%.
Por otra parte, la falta de instrucciones escritas efectivas que permitan crear registros contables y presupuestarios actualizados convierte la información financiera que brinda el ayuntamiento en poco confiable.
Aunque los jerarcas municipales han tratado de de buscar la forma de minimizar esta situación, los esfuerzos realizados no han tenido un resultado favorable.
Durante el año anterior, se destinó una suma superior a los ¢178,0 millones de colones con el fin de implementar un plan para fortalecer la obtención de recursos financieros, sin embargo las propuestas realizadas para este plan nunca se materializaron.
Del mismo modo, este gobierno local no ha definido ningún tipo de estrategia que vincule la contención del gasto y que permita a su vez incrementos en sus partidas.
Todo lo anterior, se deriva de un Informe de auditoría de carácter especial acerca de las finanzas de esta municipalidad elaborado por la Contraloría General de la República, que tomó como base el período de fiscalización entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2014 y que fue presentado en abril de este año, coincidiendo con el Índice de Gestión Municipal realizado también por la Contraloría el año anterior, donde este municipio tuvo una nota general de 55,28, presentando nota roja en temas de participación ciudadana, tratamiento y depósito de basura, planificación, control interno, parques y obras de ornato, atención de servicios y obras sociales.
Lo anterior, se relaciona con la falta de recursos que presenta la municipalidad por la mala ejecución de tributos, situación que también deja a la institución sin la asignación de partidas específicas y con unos ¢125,8 millones por rebajos aplicados por el Ministerio de Hacienda, a causa también de los niveles de morosidad.
En dicho informe también se detalla la aceptación por parte del actual alcalde municipal, Rafael Ángel Castro, respecto a la situación financiera de esta municipalidad y a los aspectos aquí presentados, al cual se le solicitó tomar las medidas estratégicas necesarias prontamente, pues de no ser así la Municipalidad de Puntarenas corre el riesgo de insostenibilidad financiera, ocasionando limitaciones importantes para atender, razonable y oportunamente sus compromisos con la comunidad.
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