Costa Rica reclama nuevos líderes, señala Oscar Arias

San José, 28 feb (elmundo.cr) – El expresidente de la República, Oscar Arias Sánchez, señaló que “nunca como ahora el mundo ha tenido una generación de jóvenes tan bien preparados, cultos, informados, llenos de conocimientos, con grandes habilidades y destrezas tecnológicas y con una capacidad investigativa casi ilimitada”.

Arias indicó que “a pesar de su preparación académica algunos jóvenes miran hoy desde la barrera el espectáculo que montan muchos de nuestros políticos actuales. Están informados y tienen una opinión, pero la comparten sólo con sus amigos. Tienen novedosas ideas para combatir la pobreza o para mejorar la infraestructura, pero no se atreven a proponerlas a las autoridades políticas. Sueñan con naciones más ricas y justas, pero nada los motiva a salirse de la zona de confort en que se encuentran”.

“La verdad es que yo no culpo a esa juventud. El cálculo de incentivos inclina la balanza en contra de la participación en la vida pública. Existe un enorme temor de ser lapidado con mucha frecuencia por algún pseudo-escándalo. Y este país es demasiado pequeño para darse el lujo de quemar figuras a esa velocidad”, agregó.

Para el exmandatario “el rechazo de nuestros jóvenes a la política se ha convertido en símbolo de estatus intelectual. Muchos argumentarán que la culpa de esta situación la tienen los mismos políticos. Pero hay algo más complejo y profundo en esto”.

“Nuestro sistema está exhibiendo cada vez más su incapacidad para renovar los liderazgos políticos. Cada día resulta más difícil ver a quién habremos de pasarle la estafeta. La búsqueda de sucesores es una de las principales obligaciones de un partido político o de un líder. Esta ha sido siempre una de mis grandes preocupaciones”, sostuvo.

Arias comentó que “toda mi vida he intentado proteger e impulsar la carrera de personas que considero prometedoras. Algunos han construido brillantes trayectorias profesionales. Otros fueron a tiendas políticas distintas e incluso se convirtieron en mis adversarios y críticos. No me arrepiento de haber confiado en personas mucho más jóvenes que yo. No me arrepiento de haber sido siempre un mentor para jóvenes con un futuro brillante”.

“Para que un sistema político sea efectivo, y en particular para que un sistema democrático sea efectivo, es fundamental que los jóvenes comprendan que el desarrollo económico, la equidad social, el progreso científico, el refinamiento artístico, no son únicamente tareas del Estado, ni responsabilidades exclusivas de los funcionarios públicos. Todos los que tenemos un interés en el bienestar social tenemos también la obligación de promover ese bienestar social, compartiendo nuestros ideales y nuestros sueños”, recalcó.

Arias manifestó que “siempre he creído que la política es uno de los oficios más nobles a los que puede dedicarse un ser humano. La política de altura, esa que existe para construir, para convencer, para avanzar, y no para destruir, para atacar, o para obstaculizar. Nuestros jóvenes deben salir de la burbuja en que se encuentran y deben asir al timón del barco porque el futuro de nuestros pueblos irá en la dirección de su compromiso, o de su indiferencia”.

“Si no logramos elevar el interés de nuestros jóvenes por el servicio público; si no logramos que los más capaces, los más preparados, los más honestos participen en la vida política, está en juego la sostenibilidad misma de nuestros sistemas democráticos. Son las nuevas generaciones las que deben luchar por el poder y ejercerlo. Si no les gusta el rumbo de su país, deben transformarlo”, aseveró.

Según Arias “el país está sediento de una nueva generación de dirigentes bien formados, con los valores éticos que nuestro pueblo demanda, y con la valentía de reconocer que no hay virtud en rechazar la función pública, sino en aceptarla a pesar de los riesgos”.

“Su tiempo es el presente. Su liderazgo se necesita aquí y ahora mismo. Tomen en sus manos las riendas del destino. No esperen a que otros les hereden un país distinto al que sueñan. No es necesario comenzar haciendo cosas grandes: los grandes fuegos se inician siempre con una chispa, pero no renuncien a pensar en grande. Ya lo dijo Goethe: “El mejor destino que se le puede dar a una vida es dedicándola a algo que dure más que la vida misma””, concluyó.

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