San José, 25 set (elmundo.cr) – Usualmente los países del Cinturón de Fuego del Pacífico deben esperar a que el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) con sede en Hawái, determine si existe una amenaza de tsunami luego de un terremoto. Este no fue el caso el día del sismo de magnitud 8,4 en Chile el 16 de setiembre pasado.
Por primera vez, Costa Rica monitoreó por su cuenta los eventuales efectos que tendría el tsunami generado por dicho terremoto en sus costas, gracias al Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (SINAMOT), institución conformada por oceanógrafos de la Universidad Nacional (UNA) e ingenieros marítimos de la Universidad de Costa Rica (UCR).
SINAMOT tuvo listo el pronóstico de impacto de tsunami para Costa Rica tres horas después de ocurrido el sismo en Chile. Los primeros efectos en el país se sentirían 6-7 horas más tarde de originado el terremoto, por lo que el tiempo de respuesta es considerado como muy bueno.
La entidad utilizó por primera vez sus herramientas informáticas para elaborar el reporte y pronóstico para Costa Rica.
“Fue una buena oportunidad para ejercitarnos en los procedimientos establecidos, en tiempo real, afinando protocolos, y midiendo los tiempos de reacción. Hubo además una buena coordinación con la Comisión Nacional de Emergencias, quien es la encargada de decretar alertas y eventualmente ordenar evacuaciones. Sentimos que cada vez hay una mejor administración de la información”, explicó Silvia Chacón, oceanógrafa de la UNA y de SINAMOT.
Este mes, SINAMOT estrenó una moderna sala en la que se monitorean los tsunamis. Se trata de la primera instalación de este tipo en Centroamérica y está ubicada en las instalaciones del Departamento de Física de la Universidad Nacional.
