San José, 13 mar (elmundo.cr) – Costa Rica, la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA) y países centroamericanos firmaron el proyecto “Fase II para Fortalecer la Capacitación en Tecnología Hortícola en el Corredor Seco”.
Esta iniciativa busca desarrollar y transferir técnicas de producción sostenible de hortalizas bajo ambientes protegidos para mitigar los efectos del cambio climático y fortalecer la seguridad alimentaria.
El proyecto beneficiará a 800 productores, estudiantes y técnicos en el Corredor Seco de Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica. En Costa Rica, la zona de intervención será Guanacaste.
“La importancia de este proyecto es desarrollar diversas tecnologías para la producción de hortalizas bajo elementos protegidos en la región del trópico seco”, señaló Roberto Camacho, director ejecutivo del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).
El INTA actuará como oferente técnico del proyecto. “El proyecto como tal responde a una necesidad muy importante para nuestro país y el hecho que sea un proyecto de cooperación triangular donde no solamente se trabajó en conjunto con KOICA e INTA, sino que, también con instituciones homólogas centroamericanas”, agregó Camacho.
La segunda fase se centrará en fortalecer las capacidades de las instituciones agrícolas. “La segunda fase de este proyecto se enfocará en fortalecer las capacidades de las instituciones de investigación y transferencia agrícola de estos cuatro países, forjando así un camino seguro para fomentar la resiliencia de los agricultores centroamericanos”, explicó Kwangryong Kim, consejero de la Embajada de Corea en Costa Rica.
Saskia Rodríguez Steichen, gerente de cooperación internacional del Mideplan, destacó el rol de la cooperación en la seguridad alimentaria. “(…) la cooperación tiene un rol fundamental en la seguridad alimentaria.
Además, es un tema en el cual Costa Rica está dando transferencia de conocimiento y capacidades prácticas exitosas”, afirmó. Rodríguez también resaltó la importancia de la cooperación triangular para buscar “soluciones comunes a través de un trabajo colaborativo”.
El proyecto contempla el diseño y adquisición de tres vitrinas tecnológicas para productores de los países beneficiarios. Se destacó la importancia del modelo de triangulación, basado en el intercambio de capacidades y experiencias, “especialmente en tiempos de restricción económica”.