Por Tom Nebe (dpa)
Berlín, 8 jun (dpa) – Ningún coche dura para siempre, pero quien lo cuida regularmente puede prolongar su vida. Los expertos explican unos consejos y trucos para lograrlo.
– CAMBIO REGULAR DEL ACEITE. Sólo con aceite funciona un motor de forma adecuada. Lubrica los componentes y evita el desgaste, pero con el tiempo se va ensuciando y lubrica peor que cuando está limpio. Eso puede llevar a daños en el motor y por ello hay que cambiarlo. “Es decisivo seguir las prescripciones del fabricante”, dice Jürgen Wolz, que trabaja en la compañía alemana TÜV, experta en servicios de inspección técnica y certificación de calidad. Es necesario cambiarlo al menos cada dos años. El experto recomienda chequear una vez al mes el estado del aceite, ya que si hay poco también puede dañarse el motor.
– CONTROLAR LAS JUNTAS. Todos los expertos recomiendan una inspección habitual en el taller y lo que requiere especialmente una observación son los manguitos de goma en las juntas, según aconseja Hubert Paulus, del club del automóvil ADAC. “Si están agrietadas, se acumula grasa”, afirma. La falta de lubricante deteriora las juntas. Hay que prestar atención también a la correa de distribución, el cigüeñal y el árbol de levas. Si se rompen, el motor se rompe, por lo que hay que seguir siempre las recomendaciones dadas por el fabricante para hacer los cambios.
– HACER LAS REPARACIONES A SU DEBIDO TIEMPO. Los defectos o las piezas rotas hay que repararlas rápidamente, ya que si no, las consecuencias pueden ser peores. Si los cojinetes de las ruedas, por ejemplo, están dañados, se daña toda la rueda. En el peor de los casos se puede hasta soltar la rueda. Menos peligroso pero igualmente molesto es un cambio tardío de los frenos.
– EVITAR LOS TRAYECTOS CORTOS. Recorrer 500 metros para ir a comprar el pan puede ser muy perjudicial para el auto, ya que el motor no alcanza la temperatura adecuada, el aceite no se calienta, el agua se puede condensar en el tubo de escape y favorecer la oxidación. Mientras el auto no alcance la temperatura adecuada, es mejor que el conductor pise con cuidado el acelerador y evite las revoluciones altas. “Arrancadas potentes con el motor en frío reducen su vida útil considerablemente”, dice Paulus. Unos diez minutos necesita un motor normal de gasolina para calentarse en el tráfico de una ciudad. Un diesel requiere el doble.
Lo diesel no son apropiados para distancias cortas, debido al filtro de las partículas de hollín. Para autolimpiarse necesita calor y tiempo. Si no, se tapona y daña el motor. “Sólo en distancias más largas el filtro se limpia solo”, dice Wolz.
– LAVADO HABITUAL. Lavar el coche no sólo hace que brille, sino que se evitan daños. El polen y los excrementos de pájaros pueden dañar la pintura y por ello es mejor limpiarlos de inmediato. Al final del invierno es conveniente un buen lavado de los bajos para quitar los restos de sal, que puede corroer los materiales. Y para que las juntas de las puertas no se quiebren, el propietario debería tratarlo a menudo con un pincel de sebo.
– UN APARCAMIENTO BIEN VENTILADO. Los garajes protegen los coches del invierno. Deberían contar con respiraderos de ventilación para que circule el aire. Si no, se crea en el invierno un clima agresivo, ya que los restos de sal y nieve dañan especialmente la carrocería. Si se puede, es mejor dejar secar el coche antes de meterlo al garaje. “La nieve a medio derretir en los huecos de las ruedas debería retirarse lo más pronto posible”, aconseja Paulus.
– REVOLUCIONES ADECUADAS. Es bien conocido que un motor se desgasta mucho cuando las revoluciones están cerca de la zona límite. Lo mejor para el motor es mantenerse en un número normal de revoluciones, entre 1.500 y 3.000 por minuto. Un estilo de conducción demasiado ahogado lastima igualmente al auto. “Uno se da cuenta si el motor no alcanza las revoluciones a pesar de pisar el acelerador”, explica Paulus. Lo mejor es reducir marchas para elevar las revoluciones. Conducir demasiado ahogado daña el cigüeñal.
