San José, 16 set (elmundo.cr)- Sigue el conflicto entre la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (FEUNA) y el diputado de Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, quien reprochó que por un lado se les prohibió la exposición de “El libro Negro de la nueva izquierda”, en la sede de Heredia, pero por otro se desarrolló una semana dedicada a la diversidad sexual en Pérez Zeledón.
Días atrás, el legislador presentó un recurso de amparo ante la Sala Constitucional, luego de que se cancelara la actividad donde se haría la exposición del libro, al tiempo que los autores acusaron a la Universidad Nacional (UNA) de censura.
La Federación de Estudiantes, junto con la Facultad de Filosofía y Letras, Escuela Ecuménica y Ciencias de la Religión, se manifestaron en contra de la presentación del libro, lo que habría motivado al rector del centro educativo, Alberto Salom, a tomar la decisión por un tema de seguridad.
El presidente de la asociación de estudiantes campus Pérez Zeledón, Pablo Romero Barboza, explicó que la actividad cuestionada por el diputado evangélico se desarrolló en el marco de la semana universitaria, dedicada a la diversidad sexual.
En el contexto de la polémica dada días atrás, el candidato presidencial de Restauración Nacional hoy subió una fotografía en su perfil de Facebook, en la que se ve a un activista dando una exposición en el auditorio del campus de Pérez Zeledón.
“Fue en el auditorio de la UNA acá en Pérez Zeledón con un muchacho que es activista, Esteban Alfaro, y esto fue en el marco de la semana universitaria, que fue dedicada a la diversidad. Era un foro de su propia experiencia de lo que él había vivido, a él lo echaron de un bar porque estaba con su pareja, de ahí cuenta toda la historia. Es algo bastante interesante”, explicó el estudiante de la UNA Pablo Romero.
Minutos después, el activista le envió una carta a Fabricio Alvarado. Acá puede leer la misiva completa: 
El diputado evangélico cuestionó el hecho de que “solo” se le brinde espacio a una ideología, dejando según él por fuera a otros tipos de pensamientos.
“Al final el punto no es la actividad, sino lo que queda evidenciado, porque estoy seguro que no es la única actividad. Incluso le dedican una semana al tema. Queda en evidencia que lo que hemos dicho es cierto.
La Universidad Nacional discrimina y no abre espacios a formas de pensar que no coincidan con la ideología de los grupos que tienen tomada la universidad, la izquierda, y que se ve representada en los rectores de estos alumnos”, señaló Alvarado.
El presidente de la asociación de estudiantes indicó que el candidato evangélico no debería comentar ni hablar sobre una institución que es autónoma y que se rige bajos sus propias ideas y preceptos. Asimismo, se mostró preocupado de la “intromisión” del legislador en la autonomía universitaria y estudiantil.
“Hay un punto que no sé si entiende muy bien Fabricio que es que la libertad de expresión no es irrestricta, no es una libertad sin ningún tipo de límites. Es decir cuando estamos hablando de la dignidades humanas, cuando hablamos de derechos humanos, no podemos darnos el lujo de apropiarnos de la libertad de expresión como si fuera comprar un micrófono o algo parecido”, criticó.
Alvarado en el recurso de amparo alegó que la cancelación de la actividad donde se daría a conocer el “Libro Negro de la nueva izquierda”, atentó supuestamente contra la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y la libertad de cátedra.
La FEUNA dijo que ellos pueden decidir cuáles y cómo son las discusiones que quieren dar, sin que llegue ningún diputado ni nadie de afuera a querer cercenar su propia autonomía.
“En ese sentido nos preocupa bastante cómo está entendiendo él la libertad de expresión, como un espacio que sea para decir lo que sea y dañe a quien dañe o afecte a quien afecte. Nosotros lo hicimos en el marco de nuestra libertad como un grupo autónomo”, añadió Romero.
En su argumentación, el diputado Alvarado dijo estar seguro que nadie amenazó con boicotear, ni llevar a cabo actos violentos en contra de la actividad, contrario a la que se planteó en la UNA para presentar el libro. “Al final dejan en evidencia quiénes son los intolerantes”, sostuvo.
“Vamos a presentar los pantallazos de esas publicaciones a los magistrados de la Sala IV para que se dé la igualdad. Yo ni siquiera pedí el espacio en la universidad, fueron los estudiantes en la universidad que pidieron el espacio en la biblioteca para desarrollar la actividad.
Recordemos que esta universidad es pagada con fondos públicos y el dinero de los costarricenses y está tomada por grupos de izquierda y que solo permiten que solo se hable de ideología de género y le han cerrado el espacio a cualquier grupo que quiera decir lo contrario”, juzgó.
Romero Barboza contrarrestó lo dicho por el legislador y le recordó que su salario es pagado de igual forma por todos los costarricenses, además señaló que no debería entrar en ese debate ya que “tiene muchas cuentas que rendir”.
Agregó que: “si hablamos del dinero de los costarricenses como una generalidad, sin saber de qué grupo vienen, se debe entender que hay ciudadanos que aportan también a que él tenga el espacio del micrófono y exponga ideas que no comparten”.
Tanto la postura del presidente de la asociación de estudiantes, como la del activista que participó en la actividad, fueron acuerpadas por la FEUNA, al indicar que es su responsabilidad defender los derechos en este caso específico de la población LGBTI.
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