San José, 21 may (elmundo.cr)- La Conferencia Episcopal envió un mensaje de esperanza y de ayuda humanitaria en la coyuntura de la pandemia del COVID-19.
En dicho mensaje, el papa Francisco invita a los ciudadanos a que haya ‘un contagio bueno’ de esperanza y ayuda.
“Es otro ‘contagio’, que se transmite de corazón a corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia. Es el contagio de la esperanza”, afirma el mensaje del papa.
“El contagio de la esperanza pascual nos ha llevado a reconocer las llagas actuales del sufrimiento de la humanidad, especialmente de las personas más pobres, desamparadas y vulneradas. En esta espiritualidad ha encontrado una nueva fuerza la esperanza comprometida del pueblo de Dios en nuestro suelo patrio”, agregó.
La Conferencia Episcopal destacó que “hemos visto con inmensa alegría como la Iglesia se ha fortalecido como red de consuelo y auxilio”.
Y a pesar de que “no es posible recopilar todas las acciones que se están realizando en la Iglesia, pues las exigencias de tiempo para la labor solidaria no permiten que éste alcance para las tareas de su divulgación”.
Se puede destacar una serie de acciones solidarias de la Iglesia en este momento:
- Las parroquias, debido al cierre temporal de las celebraciones eucarísticas comunitarias, en las que se recoge la ofrenda generosa de los fieles para la atención de las personas más pobres, han experimentado la suspensión de su ingreso para la Pastoral Social. Sin embargo, los grupos que coordinan el servicio de la caridad, con el apoyo de la comunidad, han multiplicado sus esfuerzos y su creatividad para obtener dinero, alimentos y otros artículos de primera necesidad para las tareas de asistencia social.
- La recepción de bienes en especie en diferentes puntos, la recolección en las casas de las personas donantes, etc. Algunas parroquias han organizado puntos de acopio o bancos de alimentos.
- En algunas parroquias y diócesis se ha dado una coordinación maravillosa con los Comités Municipales de Emergencias en las tareas de asistencia alimentaria para las personas afectadas por los impactos socioeconómicos de la pandemia.
- También se están dando algunas experiencias de vinculación de productores agrícolas con los consumidores, mediante redes de distribución organizadas por las parroquias, garantizando a los primeros el acceso a un mercado que paga con justicia su esfuerzo.
- Asimismo, se han ofrecido instalaciones de la Iglesia para la provisión de ciertos servicios públicos, como la atención de pacientes.
- Los capellanes de los hospitales han sido, en estos tiempos de angustia, un soporte espiritual y emocional tanto para pacientes como para los heroicos trabajadores del área de la salud.
- La Pastoral Penitenciaria ha realizado campañas para la recolección de artículos de aseo personal para las personas privadas de libertad.
- Entre otras muchas labores de beneficencia.
Aunado a esto, la conferencia episcopal, exhorta “al pueblo de Dios en Costa Rica para que siga empeñado en hacer el bien, en auxiliar a las personas más golpeadas por la crisis que estamos viviendo”.