San José, 2 feb (elmundo.cr) –Desde el 2012, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (LanammeUCR), ha emitido informes en los que señala deficiencias en nueve proyectos viales de obra nueva. Sin embargo, el Conavi hasta el momento hace caso omiso de ellos.
A través de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial, el laboratorio ha emitido un total de nueve informes, en los cuales se ha puntualizado que la labor de conservación de proyectos no responde a los principios, técnicas o prácticas de gestión de activos, en aras de preservar de forma eficiente las inversiones realizadas.
Los proyectos analizados por la entidad son: Ruta Nacional 613, tramo entre los poblados de Sabalito y Las Mellizas; Ruta Nacional 21, tramo entre los poblados de Jicaral y Lepanto; Ruta Nacional 245, tramo entre los poblados de Rincón y Puerto Jiménez; y el Tramo Zapote – San Francisco – La Colina, Rutas Nacionales 204 – 211.
Basándose en el informe de la Gestión del Conavi para el mantenimiento de proyectos viales de obra nueva, se demostró que en algunos proyectos no existe un trabajo claro de mantenimiento y preservación, por medio del cual se conserven los índices de servicio y el patrimonio vial en buen estado.
“Los casos analizados, dentro del contexto de la gestión integral de la Red Vial Nacional, muestran una política de intervención conocida como “lo malo primero”, que tiende a concentrar todos los recursos en aquellas rutas que tienen la peor condición, desatendiendo las que presentan una condición buena.
Esta forma de distribuir los recursos promueve una pérdida acelerada del patrimonio vial, ya que las rutas en mal estado no logran recuperar su condición con labores de mantenimiento, mientras que las que sólo requieren intervenciones de bajo impacto, quedan abandonadas hasta que muestren niveles de deterioro alto”, se cita textualmente en el informe LM-PI-UGERVN-10-2018.
Los datos presentados en el informe revelan que, una inversión cercana a los ₡30 mil millones, no se encuentra administrada dentro de un sistema diseñado para salvaguardar la integridad de estos fondos, según lo exige la Ley 7798 de Creación del Consejo Nacional de Vialidad CONAVI.
La inversión por kilómetro va desde los $600 mil a casi los $2 millones en los diferentes proyectos. Además, dentro de los problemas que no se han corregido se pueden citar: deterioros en la superficie asfáltica, en los guardavías, en las alcantarillas (falta de limpieza), y problemas de señalización.