San José, 09 nov (elmundo.cr) –El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), aún no recibe el informe de Ginprosa, empresa a cargo de fiscalizar las obras en el viaducto de Paso Ancho, para determinar posibles sanciones contra la adjudicada MECO, que está a cargo del proyecto vial desde hace aproximadamente dos años.
Al inicio de la construcción del paso a desnivel, se estableció que el proyecto sería entregado en octubre de 2015 a la Administración, sin embargo, el mismo Conavi sufrió un atraso de ocho meses por problemas para expropiar a cuatro propiedades y el traslado de servicios públicos.
Por esa razón, la obra que en principio ascendía a los ₡5.000 millones, le terminó costando al Estado costarricense una indemnización de ₡339 millones a favor de la constructora. Incluso, un reclamo de ₡450 millones aún está en estudio. LEA TAMBIÉN: Conavi paga más de ₡300 millones a MECO por rezagos en Paso Ancho
Es decir, el proyecto podría ascender a los ₡789 millones; aunado a otros $3 millones a favor de la compañía, que también se encarga de la atención del desfogue pluvial en Los Olivos y Zorobarú, ya que por 20 años la municipalidad de San José desatendió un problema de inundaciones en la zona.
Al respecto, el director de la Unidad Ejecutora PIV-I del Conavi, Kenneth Solano, explicó sobre el tema de las indemnizaciones que, en caso de pagarse, se justifica en afectaciones provocadas al avance de la obra del contratista, debido a atrasos en expropiaciones y servicios públicos, lo cual es responsabilidad de la Administración.
“Existen cláusulas contractuales que garantizan el equilibrio contractual y dan el derecho al contratista a ser indemnizado en estos casos”, señaló.
El mismo Solano afirmó durante una entrevista con EL MUNDO, que iniciaron las obras sin tener listas las expropiaciones, justamente para presionar y poder ejecutar el préstamo del BID.
“Había que ejecutar proyectos, meter presión en las expropiaciones para que se hiciera lo más rápido posible, y si uno se pone a ver, se logró, porque se hicieron expropiaciones en tiempo récord”, manifestó.
Fue en octubre de 2015, cuando la misma empresa fiscalizadora Ginprosa detectó grietas, fisuras en los aisladores sísmicos, pandeos en estructuras metálicas, fracturas en el concreto y problemas con los anclajes, lo cual generó un rezago más adelante.
Contrario a darle atención a las no conformidades, el gobierno anunció en el 2016 la apertura del viaducto, que luego recaería en el cierre de la obra para que MECO solucionara el desprendimiento de una platina en una de las juntas de expansión. Posteriormente se dieron otras reparaciones.
Sobre los hechos, la adjudicada argumentó que estaba al tanto de que las reparaciones debían realizarse, incluso dijo tener “numerosas” correspondencias con el Conavi, en donde se acordaba el cambio de las juntas de expansión.
En cuanto a esta situación, el Conavi le solicitó a Ginprosa el levantamiento de los incumplimientos del contratista, informe que aún está pendiente.
El paso a desnivel sería entregado a finales de setiembre, sin embargo, el Conavi le devolvió a MECO una lista de correcciones menores que se deben llevar a cabo. Además, el contratista realiza trabajos en el desfogue pluvial y obras adicionales, como la construcción de pasos peatonales.
Por ello, el viaducto sería entregado ahora en la tercera semana de diciembre, según dijo el ingeniero de la Unidad Ejecutora de la entidad. LEA TAMBIÉN: MECO hará entrega definitiva de viaducto de Paso Ancho en diciembre
