
San José, 9 feb (elmundo.cr) – La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), ajustó algunas fechas de siembra, capacita a sus productores sobre perspectivas del clima en las regiones arroceras y el programa de aseguramiento agrícola, como medidas para mitigar el riesgo por el eventual arribo del fenómeno de El Niño, anunciado en el presente año.
Se espera que el “El Niño” impacte con una sequía el litoral Pacífico costarricense, donde se ubican las regiones arroceras de la Brunca, Pacífico Central y Chorotega; ahí se cosecha el 90 por ciento de la producción nacional.
En ese sentido, Conarroz en coordinación con el Instituto Nacional de Seguros (INS), presentó una propuesta de ajuste de fechas de siembra, acorde con las condiciones del programa de aseguramiento agrícola, previsto en su aplicación en las regiones donde golpearía la sequía causada por el evento climático.
Eduardo Rojas, presidente de Conarroz, anunció el inició de una campaña de avanzada informativa en las distintas zonas cultivadoras del grano, con una variedad de charlas sobre las tendencias del clima en las zonas arroceras; aseguramiento y cálculo en la siniestralidad; y nuevas fechas asignadas para el periodo de siembra.
“Comenzamos en la Chorotega, seguimos en la Brunca y continuaremos en la Huetar Norte, Pacífico Central y Huetar Atlántica. El INS nos alertó sobre sitios considerados de alto, mediano y bajo riesgo, que es convenientes que los productores los conozcan”, agregó.
Entre las acciones climáticas, se contempla también la adaptación del sector a los efectos en las alteraciones en el patrón de las precipitaciones, tendientes a presentarse en los meses venideros, al preveerse un periodo seco con menos lluvias e intensos vientos, y un aumento en las temperaturas.
Asimismo, un manejo adecuado del suelo y densidad de siembra y selección de variedad y calidad de la semilla a sembrar, entre otras medidas.
Rojas explicó que la finalidad con estas primeras acciones, a cargo de la Dirección de Investigación, es encaminar al sector arrocero nacional hacia la implementación de medidas de adaptación, mitigación y resiliencia, a través de un modelo de producción sostenible.
“Por la situación que se avecina debemos optimizar la producción y rentabilidad del cultivo de arroz, a través de la aplicación de mejoras en asistencia técnica y en la propuesta de nuevos proyectos de infraestructura para el aprovechamiento y uso eficiente del agua en la regiones arroceras”, comentó Rojas.
La disminución de las lluvias durante el invierno afecta directa y considerablemente los cultivos de arroz en secano, propiedad de productores que representan un 70% de la población dedica a la actividad arrocera bajo este sistema dependiente de las lluvias.
Una eventual sequía causaría efecto en la interrupción del control de malezas, plagas y enfermedades y fertilización, con una disminución en los rendimientos y la calidad productiva, suspensión en el proceso de siembra, pérdida del cultivo germinado, baja en el caudal en los canales de riego, erosión en el suelo, y desequilibrio económico por endeudamiento crediticio.
“El Niño”, es un fenómeno climático cíclico relacionado con el calentamiento de las aguas del océano Pacífico tropical, y en su etapa inicial y de desarrollo, puede modificar, el comportamiento normal de los períodos lluviosos y secos.