Colegio de Psicología le aclara al ministro de Seguridad que personas consumidoras son víctimas del sistema

San José, 16 oct (elmundo.cr) – El Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica señaló que criminalizar a las personas usuarias de sustancias es una estrategia insuficiente y temeraria para abordar los problemas asociados con el uso de drogas.

Esto luego de que el ministro de Seguridad, Mario Zamora, calificó a las personas usuarias de sustancias como “cómplices” de crear la situación de homicidios, relacionando la pelea de mercados de venta de drogas, y el sicariato, con las personas consumidoras de sustancias.

Según el Colegio “los países que han adoptado un enfoque prohibicionista han revelado no tener una eficacia para el control y regulación de las mismas, maltratando en nombre de una guerra contra las drogas, derechos fundamentales, e incluso legitimando la violencia hacia las personas usuarias”.

“Declaraciones como las realizadas por el Sr. Zamora podrían sugerir a los ciudadanos el estigmatizar y perseguir a las personas usuarias de sustancias, incluso si son sus vecinos, o familiares; modelo una vez instaurado en administraciones de los Estados Unidos durante los ochentas, por los gobiernos de Reagan y Nixon”, criticaron.

Además, insistieron en que las políticas prohibicionistas debilitan el enfoque de derechos humanos, fomentado estigmas y discriminación a través de formas discursivas, criminalizando además desde la ilegalidad de las drogas, pero por otro lado, se invisibiliza el problema de salud pública creado por las drogas legales.

“Las personas usuarias del consumo de sustancias, más que actores, se convierten en víctimas de este sistema. Ya que en dichos entornos, sufren violencia simbólica, cotidiana y estructural desde tempranas edades del desarrollo, así como la cohesión de pertenecer a grupos con acceso a armas. Además, se ejerce violencia simbólica y vicaria-coercitiva, que se caracteriza por la autoculpa y estigma que cargan las personas usuarias de drogas, al integrar el sufrimiento y los daños del consumo como un “castigo” justificable”, comentaron.

Por otro lado, recordaron que “el consumo de sustancias psicoactivas no es un delito en nuestro país, gracias al avance en políticas de descriminalización. La criminalización ha demostrado no ser la solución; es hora de avanzar hacia un enfoque más centrado en la persona, y no en la droga”.

“El enfoque basado en la salud pública ofrece una alternativa más efectiva y compasiva, al abordar el consumo de sustancias psicoactivas en lugar de la criminalización, de esta manera se puede reducir riesgos, minimizar el estigma y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan”, agregan.

De esta forma aclararon que se necesita crear consciencia sobre la necesidad de construir de manera articulada políticas públicas que aborden desde la educación, entorno familiar, comunitario, con replanteamientos jurídicos, conciencia social y una responsabilidad en la que el fenómeno de la violencia por el narcotráfico no es por las personas consumidoras, sino es un sistema más complejo que ha encontrado cabida en otros ámbito, tanto políticos, sociales, como económicos.

“El promocionar estigmas y discriminación no resuelve la situación, mucho menos ir contra los eslabones más débiles de la cadena (personas consumidoras, y distribuidores menores)”, concluyen.

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