San José, 21 may (elmundo.cr) – Las medidas adoptadas para prevenir el ingreso del COVID-19 al sistema penitenciario nacional han generado una situación que algunos podrían tildar de “curiosa”: con el cierre de las visitas también se redujeron los volúmenes de decomisos de psicotrópicos y teléfonos en los centros penitenciarios.
Mientras que en los primeros cuatro meses del 2019 los oficiales de la Policía Penitenciaria decomisaron 75,2 kilos de drogas, este año se incautaron de 47,8 kilos en el mismo período. Algo similar ocurre en el caso de los teléfonos. Entre enero y abril del año anterior, los agentes decomisaron 881 aparatos; en ese mismo tiempo del 2020 hicieron lo propio con 816 aparatos.
“Lo que ocurre es que, al estar cerrados los centros a los visitantes, hay menos disponibilidad de drogas y objetos prohibidos. Hemos detectado más novedad e innovación en las formas en que las personas intentan ingresar droga mediante encomiendas, principalmente en las comidas. Por eso ahora son más frecuentes las capturas de personas que llegan a dejar cosas a los privados de libertad”, explicó el subdirector de la Policía Penitenciaria, Nils Ching Vargas.
Pese al cierre de los centros penales, el número de visitantes pasados al Ministerio Público por intentar introducir drogas más bien tiende al alza, y esto se debe a las encomiendas. Mientras que el año pasado 614 personas fueron enviadas a la Fiscalía por ese delito, en los primeros cuatro meses del presente año la Policía Penitenciaria reportó 310 casos.
El domingo hubo revisión de módulos en el CAI Jorge Arturo Montero. En los baños de un dormitorio, las autoridades encontraron armas punzocortantes, mientras que en los techos de un módulo hallaron celulares. En las afueras del centro, visitantes fueron sorprendidos con láminas de cocaína en unas toallas húmedas, 12,5 gramos de marihuana y 0.7 gramos de cocaína en unos lápices de color, 8 gramos de cocaína en unas pinturas y 60 gramos de marihuana en una esponja para lavar platos.
La Policía Penitenciaria también halló objetos prohibidos en lugares no habituales de ese centro penal. En los techos de la sección de Mantenimiento dieron con 217 gramos de marihuana y en una de las bodegas de herramientas decomisaron 5 manos libres y 7 cables USB.
En el CAI San José, los agentes decomisaron 28,5 gramos de marihuana en el doble forro de un pantalón y en el Centro Nacional de Atención Específica (antigua máxima seguridad) dieron con tres teléfonos celulares pequeños.
Por otra parte, los policías detectaron el doble fondo de un recipiente que contenía gallo pinto. Ahí la persona que llevaba la encomienda a un privado de libertad del CAI Gerardo Rodríguez ocultaba 9,4 gramos de marihuana.