San José, 8 may (elmundo.cr) – El Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), explica en la naturaleza personalista del presidente de la República, Rodrigo Chaves, su estancamiento en los niveles de respaldo popular.
El CIEP-UCR reconoce que la Administración Chaves Robles sobresale por conservar un alto respaldo popular en sus dos años de gobierno, aunque las últimas mediciones dan señales de estancamiento.
“Los niveles de respaldo popular no han variado y se mantienen estables desde noviembre de 2023, a pesar de que han ocurrido eventos con alto potencial para cambiar la opinión pública (salidas del Gabinete, escándalos de corrupción, crisis de abastecimiento de agua potable en distintas comunidades, clima de inseguridad, etc.)”, indica el estudio.
Además recalcan que “efectivamente el respaldo popular al mandatario Chaves y a su gobierno es diferente al de sus predecesores. Lo que lo hace diferente es su índole personalista”.
El CIEP-UCR explica en su informe que este fenómeno se debe a que “en las democracias de todo el mundo (tanto en los sistemas presidenciales como parlamentarios) parece haber menos énfasis en los partidos políticos y sus políticas, y más atención en los líderes individuales. Los partidos se debilitan y los liderazgos individuales se fortalecen (Ignazi, 1996; Dalton y Wattenberg, 2002)”.
Según el informe en el personalismo los partidos son principalmente una herramienta para ayudar al líder a ganar elecciones y asegurarse el poder, y existen para promover las ambiciones del líder en lugar de promover una agenda política amplia.
“Se trata del predominio del ámbito político por un solo individuo, en este caso el presidente. La política personalista significa que los líderes son percibidos como desproporcionadamente más influyentes que las políticas y los resultados, a menudo a expensas de las instituciones y las organizaciones”, comentan.
Por otro lado, señalan que que el respaldo personalista se asocia con resultados negativos como la expansión del populismo, la polarización política, la insatisfacción con la democracia y la decadencia democrática.
En su estudio el CIEP-UCR dividió a las personas entrevistadas en cuatro categorías:
- Opositores férreos: se trata de personas que no respaldan la labor del mandatario ni las políticas públicas en educación y seguridad.
- Evaluacionistas: en este grupo se encuentran aquellas personas que no apoyan al mandatario, pero sí sus políticas
- Personalistas: corresponde a personas que apoyan al mandatario, aunque no respaldan sus políticas
- Seguidores fieles: corresponde a las personas que aprueban la gestión del mandatario y también sus iniciativas de política pública.
En el gráfico 14 se muestra la distribución de los grupos mencionados. El hallazgo principal de este primer ejercicio es que el apoyo popular al mandatario es personalista, indicó el CIEP-UCR.
El grupo más numeroso es el que respalda al presidente, pero reprueba sus políticas de educación y salud (con un 39%). Le sigue en tamaño el grupo de personas que son consideradas como seguidores fieles, pues respaldan al mandatario y a sus políticas (representan el 25% de la población).
Enseguida aparecen las personas entrevistadas que se oponen férreamente tanto al mandatario como a sus iniciativas de política pública: una de cada cinco personas está en este segmento (21%). El último de los cuatro grupos lo conforman las personas que tampoco aprueban la gestión del mandatario, pero sí respaldan sus medidas en los dos ámbitos mencionados (con un 16%).