San José, 1 jul (elmundo.cr) – La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) hizo un vehemente llamado para que el Estado administre los impuestos y cuotas en pro del bien común de los ciudadanos y recalcaron que los Fondos de Conavi para obras viales deben ser para el desarrollo del país.
Enrique Egloff, presidente de la CICR explicó que es hora de que se sienten responsabilidades y que se de un cambio. “Exigimos a las autoridades del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial acciones claras y prontas para erradicar la corrupción en Costa Rica, que permitan asegurar la ejecución de obra pública en el país”.
Para Egloff “el ciudadano contribuyente merece respeto y tiene derecho a exigir calidad en infraestructura, educación y en todos los demás servicios que se le han encomendado al Estado. Las Leyes y los encargados de administrarlas deben garantizar esto”.
Los industriales explicaron que del 2016 al 2020 el Conavi ha manejado un promedio anual de ¢332.804,4 millones. Una cifra nada despreciable que sale de los impuestos que de una u otra forma pagamos todos los costarricenses para tener la infraestructura que nos permita movilidad, acceso a servicios y el fundamental trasiego de materias primas y productos terminados de la industria y del agro costarricense.
Para la CICR esas cifras de presupuesto anual son sumamente altas si lo contrastamos con lo que se recibe. Enrique Egloff, presidente de los industriales indicó que “con lo que se paga, no es posible que tengamos las carreteras, puentes, e infraestructura que en realidad tenemos, la cual es verdaderamente deficiente y en algunos casos hasta deplorable”.
En promedio anual se pagan ¢497 000 millones en impuesto a los combustibles y más de ¢156 000 millones en impuesto a la propiedad de vehículos. De estos montos le corresponden al Conavi por ley, el 21,75% y el 50% respectivamente.
“El mal uso de los impuestos que hemos pagado para tener buenas carreteras es algo que no se debe dejar pasar. En Costa Rica pagamos los combustibles más caros de la región, un impuesto a la propiedad de vehículos altísimo (marchamo) y peajes; también con nuestros impuestos se pagan los préstamos que se toman para infraestructura a cargo del Conavi, y sobre eso tenemos que sufrir la realidad: malas e insuficientes carreteras. Esta triste realidad se traduce en merma a la competitividad nacional, desempleo y explica en parte el alto costo de vivir y producir en esta nuestra tierra”, añadió.
“Desafortunadamente para el país lo que se vive hoy con el Conavi no es un caso aislado, a este se suman otros hechos como la compra de mascarillas de la CCSS, las pensiones de lujo y los odiosos privilegios y excesos que varios grupos insisten en defender. Todo esto pagado con dinero aportado por todos los costarricenses”, concluyó.