San José, 18 abr (elmundo.cr) – Las empresas industriales esperan que 2018 sea al menos similar a 2017, pero con oportunidades de generación de empleo muy bajas. Aunque sus expectativas de crecimiento de producción tienden a mejorar, las de contratar personal se ubican por debajo de las declaradas en 2017.
Así se desprende del estudio de “Perspectivas empresariales y Factores de competitividad del sector industrial, 2018”, realizado por la Cámara de Industrias de Costa Rica por noveno año consecutivo.
Para 2018, un 60% del total de empresas encuestadas aumentará la producción pero un 74% mantendrá su nivel de empleo en lo que resta del año. Las empresas medianas son las más optimistas particularmente en términos de incremento de la producción.
Enrique Egloff, Presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica indicó que “la escasa generación de empleo nos continúa preocupando, pues para nadie es un secreto que para reducir el desempleo y la pobreza en forma sostenida, es necesario un aumento significativo de las oportunidades de empleo. Y según las estimaciones a partir de las respuestas de las empresas entrevistadas sobre niveles de contratación, el crecimiento del empleo de ellas, en forma agregada, alcanzaría como máximo un 2%”.
Respecto del balance neto del comportamiento del empleo tomando en cuenta el porcentaje de las empresas que lo aumentarían y que lo reducirían, se espera un balance positivo de un 5%. Esto representa 6,6 puntos porcentuales menos que en el 2017 que era de 11,6%. El balance es el siguiente según tamaño de empresa: 10,0% para las grandes (11,6% en 2017), 10,7% para las medianas (-8,3% en 2017) y un -1,9% para las pequeñas (20,4% en 2017)
“En el tema de empleo, si bien hay una mejoría en las expectativas de las empresas medianas, el estancamiento en las expectativas de las empresas grandes y el deterioro de las expectativas de las empresas pequeñas, precisamente apuntan a un crecimiento muy leve de la contratación en el sector industrial”, mencionó Egloff.
Para este año, las perspectivas de realización de planes de inversión (maquinaria, equipo y ampliación de planta) se reducen con relación a lo planteado para el 2017 (de un 61,7% a un 53,5%).
“La evolución tanto de los planes de inversión como de contratación de personal se vieron, al menos parcialmente, afectados por la incertidumbre que generó el proceso electoral en una buena proporción de los empresarios del sector”, explicó Egloff.
El estudio también señala que en cuanto a la valoración de los resultados generales o desempeño de las empresas, los industriales encuestados calificaron 2017 con una nota de 7,2. Para 2018, la calificación promedio esperada es de un 7,3; resultado que se ubica dentro del margen de error de la encuesta.
Las pequeñas industrias calificaron los resultados generales del 2017 con una nota de 6,5 mientras que las Medianas con un 7,2 y las Grandes empresas manufactureras fueron las que mejor calificaron el desempeño durante ese año con un puntaje promedio de 8,0.
El resultado anterior es congruente con la evolución de la actividad manufacturera por régimen, pues de acuerdo a las cifras del Índice Mensual de Actividad Manufacturera (IMAM) publicadas por el Banco Central, mientras que la tasa media de crecimiento de los Regímenes Especiales, y en el que la mayoría de las empresas son de tamaño grande, fue a diciembre 2017 de un 8,9%, pero la tasa media para el Régimen Definitivo, en el que se ubican la gran mayoría de Pequeñas y Medianas empresas Manufactureras, fue tan sólo de un 1,2%.
Incidencia del proceso electoral
En esta oportunidad se les consultó a los entrevistados si el proceso electoral les generó incertidumbre en la empresa y de ser así, si había tenido efectos sobre la empresa.
Cerca de un 63% de las empresas encuestadas manifestó que efectivamente el proceso electoral había generado incertidumbre. En un 80% de las empresas que se presentó incertidumbre hubo efectos negativos particularmente referidos a afectación de “planes de inversión” (74%), “contratación de trabajadores” (54%) y en menor medida a “proyectos de expansión a nuevos mercados” (37%) y “desarrollo de nuevos productos o líneas de negocios” (30%).
“Los resultados obtenidos sobre la incidencia del proceso y los resultados electorales en primera y segunda ronda, apuntan a que casi la mitad del empresariado industrial considera que afectó el desarrollo normal de las actividades, particularmente en cuanto a la realización de planes de inversión y a la contratación de más colaboradores. Lo primero afecta el incremento de la capacidad de producir y competir de las empresas y lo segundo reforzó la tendencia de comportamiento de poco crecimiento del empleo en el sector”, comentó Egloff.
Factores que inciden negativamente en la competitividad de la industria manufacturera
En cuanto a los factores que inciden negativamente en la competitividad de las empresas manufactureras, el “costo de la energía eléctrica” sigue siendo el factor más mencionado por las empresas industriales (75,2%) que afecta más su competitividad.
Ahora bien, cuando se toma en cuenta el orden de importancia que los entrevistados le dan a los tres factores que a su criterio son los que más están incidiendo en este momento, para el conjunto de las empresas encuestadas, el costo de la energía eléctrica se ubica en un segundo lugar, detrás de las cargas sociales, pero sube un puesto con respecto al 2017 que se ubicaba en un tercer lugar.
Las “cargas sociales”, se vuelven a ubicar, a nivel general y por segundo año consecutivo, como el principal factor que afecta la competitividad de las empresas del sector industrial. La competencia de empresas informales se ubica en el tercer lugar, seguida de los “trámites y permisos” y de los “impuestos”.
Para las empresas grandes, el “costo de la energía eléctrica”, las “cargas sociales” y los “trámites y permisos” ocupan, en ese orden los tres primeros lugares en el ranking. Para este tipo de empresas destaca el aumento en la importancia de las “regulaciones laborales” que se ubica en una posición 7, cuando un año antes estaba en la posición 12.
Para el presidente de la Cámara de Industrias, Enrique Egloff, “una explicación de que las “regulaciones laborales” hayan aumentado en presencia e importancia como factor que incide en la competitividad de las empresas industriales ha sido la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Laboral, que tiene, entre otras, implicaciones sobre los procesos de contratación y despido de los colaboradores, así como en general sobre la relación obrero patronal, lo que conlleva mayores mecanismos de control y seguimiento, y que las empresas deben dedicar más recursos a atender las nuevas disposiciones”.
Para las empresas PYME los cuatro primeros lugares en orden de importancia son: las “cargas sociales”, “el costo de la energía eléctrica”, “la competencia de empresas informales” y “los impuestos”.
Finalmente, en este apartado es importante destacar que el “financiamiento”, tanto en acceso como en costo, se mantiene en nivel de importancia para las empresas PYME, ubicándose en el sexto lugar al igual que en el 2017. “Como señalamos hace un año, a pesar de los avances en la implementación de las reformas al Sistema de Banca para el Desarrollo, el acceso al financiamiento continúa siendo un factor que no logra ser atendido en forma efectiva. Adicionalmente, el costo, sobre todo en moneda nacional es alto, particularmente para la pequeña industria” comentó Egloff.
Calificación de la Administración Solís Rivera
La valoración, en una escala de 1 a 10, incluyó la calificación de 18 áreas de política pública o acciones de la administración, así como una pregunta de calificación sobre la gestión general del gobierno a la fecha.
La calificación general del Gobierno en este último año promedió un 5,0. Dicha calificación es inferior al 5,4 obtenido en la encuesta del 2017.
Las áreas de “Control de gasto público”, “Simplificación de trámites”, y “Seguridad Pública” son las áreas de acción gubernamental peor calificadas por los industriales.
Notas por área
De 18 áreas calificadas, ninguna tiene un aumento significativo y por el contrario 10 si tienen una reducción significativa.
El “Control de la inflación” fue, en todos los años de la Administración Solís Rivera, el área mejor calificada, no obstante para este último año, la nota promedio se reduce y se ubica también por debajo de un 7.
Las áreas en que más bajaron las calificaciones fueron en su orden: “Seguridad Pública” (-1,8), “Control del Gasto Público” (-1,3), “Electricidad” (-0,7) y “Mejora Regulatoria” (-0,6).
El promedio de calificación de las 18 áreas consideradas fue de un 4,8, inferior al 5,2 alcanzado en el 2017.
Industriales prevén un aumento en la inflación, tipo de cambio y tasas de interés.
Respecto de las expectativas macroeconómicas para este año, la mayoría de los industriales encuestados, consideran que durante este año se presentará un incremento de la inflación, del tipo de cambio y de las tasas de interés.
En el caso de la inflación, si bien un 44% prefirió no estimar, lo que denota cierta incertidumbre sobre el futuro cercano de este indicador, los que sí lo estiman, pronostican una inflación promedio de un 3,7% para el 2018, porcentaje que se ubica cercano al límite superior del rango de la meta establecido por el Banco Central (3% ± un punto porcentual).
Por su parte, 8 de cada 10 entrevistados señaló que el tipo de cambio al 31 de diciembre del 2018 aumentaría respecto del nivel que tenía al 31 de diciembre del 2017. Los que estimaron el valor que tendría a finales de este año lo ubican en promedio en 585,34 colones por US$, lo que representaría una devaluación del 2,2% respecto del nivel al 31 de diciembre del 2017.
Finalmente, un 52% de los entrevistados señalan que las tasas de interés para los créditos al sector industrial aumentarán.
Metodología del estudio:
Representatividad de la muestra:
95% de nivel de confianza, con un 3% de error promedio de muestreo por estrato.
Características de la muestra:
• 121 empresas del sector industrial formal (Inscritas en la CCSS a diciembre 2017)
• Empresas Encuestadas por tamaño: 33,1% Grandes (más de 100 trabajadores), 23,1% Medianas (31 a 100 trabajadores) y 43,8% Pequeñas (3 a 30 trabajadores).
• Empresas encuestadas abarcan el 18,3% del empleo, reportado al 31 de diciembre 2017, por el sector manufacturero privado a la CCSS.
Encuestas realizadas por teléfono o remitidas por correo electrónico previo envío de la encuesta.
Trabajo de campo: Se realizó entre el 21 de febrero y el 16 de abril.