California, 10 jun (elmundo.cr) – El presidente de la República, Rodrigo Chaves, cerró su participación en la Cumbre de las Américas con un mensaje de esperanza para los países del continente, de que solo unidos se podrá luchar contra los obstáculos que se presentan en la región.
Como parte de su intervención hizo referencia a los versos del poeta costarricense Isaac Felipe Azofeifa: “Ya todas las estrellas han partido. Pero nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer”.
Chaves señaló que “Costa Rica mantiene el compromiso de trabajar con todos ustedes para lograr el desarrollo en conjunto de una América indivisible, una América próspera y democrática, ese es el signo de nuestro tiempo”.
Según el mandatario solo juntos los países de América lograrán la tan ansiada prosperidad “este es el momento decisivo para reencontrar los valores compartidos que nos permitan encontrar una América unida y democrática”.
Para “devolverle la ilusión a los habitantes de nuestra amada América”, el ataque a la democracia es uno de los desafíos a los que se refirió el presidente, se debe lograr que los estados sean eficientes.
Según Chaves “la sombra de la corrupción termina convirtiendo los Estados en máquinas ineficientes al servicio del clientelismo”, condenando a las economías al permanente rezago.
“La clase política que en muchos casos ha olvidado que el mandato del pueblo es para que gobernemos en su beneficio, quedan países donde la clase política permanece abocada a proteger los intereses de unos pocos”, sostuvo.
Chaves insistió en que “el objetivo es fomentar una cultura donde la corrupción en todas sus manifestaciones sea simplemente inaceptable”.
Sobre la problemática de las migraciones forzadas, Chaves fue enfático en que “no le podemos pedir (al migrante) que distinga entre límites y banderas, al final del día cuando el hambre araña y el frío aprieta poco importa bajo que bandera se encuentre acogida y de que tierra venga el alimento que llene los estómagos de los seres humanos”.
Además, recordó que Costa Rica es líder en la integración de personas refugiadas y de la protección de inmigrantes, pero si “queremos seguir siendo un lugar de luz, un puerto de atraque” para estas personas, el país necesita la colaboración de la comunidad internacional para hacer frente a este desafío.
Para Chaves la pandemia fue una sacudida del continente que “más allá de propiciar un derrumbe debe ser el golpe de tambor de un continente que en unidad hará que esta década no sea una más en el olvido”, sino una década de crecimiento para la región.
