Redacción, 17 ago(elmundo.cr)- Al concluir el 2017 la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) habrá invertido alrededor de ¢1 000 millones, con el propósito de proteger vidas de pacientes, familiares y visitantes en sus diferentes instalaciones, ubicadas a lo largo y ancho del territorio nacional, ante una conflagración.
Según lo destacó la ingeniera Mary Paz Morales Ríos, de la Dirección de Administración de Proyectos Especiales (DAPE), los hospitales están avanzando en la incorporación de diversa tecnología para reducir riesgos de incendios y explosiones.
La especialista detalló que en este momento tienen proyectos en diversos hospitales para incorporar rociadores automáticos, procesos de compartimentación para aislar zonas para que en caso de incendio el fuego no se extienda, definición de rutas de evacuación y la capacitación del personal relacionada con qué hacer en caso de que se presente una emergencia de esta envergadura.
Morales Ríos explicó que como parte de la Política de Hospital Seguro, aprobada por la CCSS en el 2006, la institución está dando un abordaje integral de manera que que se intervienen instalaciones para reforzar sus condiciones estructurales y no estructurales para que puedan responder a un sismo de intensidad moderada, y eleven su protección contra incendios.
La especialista destacó que afortunadamente la CCSS posee mucha infraestructura nueva que se construyó con toda la normativa de seguridad establecida,tanto dentro de la institución, como en el territorio nacional y en ese sentido, destacó que los nuevos hospitales de Heredia, Nicoya, Osa, Neily, además de los Centro de Atención Integral en Salud de Cañas, Desamparados, Puriscal y Siquerres, las áreas de salud de Barva, Mora-Palmichal, el Centro para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos cuentan con todos los dispositivos de seguridad contra incendios.
El programa Contra Incendios y Explosiones de la CCSS tiene en marcha diversos proyectos en el Calderón Guardia, Upala, San Francisco de Asís, en Grecia, Chacón Paut, San Rafael de Alajuela, pues la idea es ir adecuando dichos centros a las disposiciones que establece la política de Hospital Seguro.
Cenare protege sus instalaciones
Por ejemplo, el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) construyó un tanque de almacenamiento para el agua del sistema de protección contra incendios de 180 metros cúbicos, una caseta para el resguardo del nuevo sistema de bombeo, la cual se ubica cerca de la entrada principal del edificio, así como la instalación de una red de tuberías que alimentan a cerca de 480 rociadores automáticos y 13 gabinetes.
El área de infraestructura cubierta con este nuevo sistema de protección contra incendios abarca cerca de 4.000 metros cuadrados y se une al sistema de rociadores automáticos instalados en la primera fase, para un total de protección de 6.000 metros cuadrados.
El ingeniero Christian Pérez Chavarría, jefe del Servicio de Ingeniería y Mantenimiento del Cenare dijo que el sistema tiene como objetivo proteger zonas de mayor riesgo por la cantidad de pacientes y funcionarios que hacen uso de esas áreas, entre las que se incluyen Hospitalización, Cirugía Ambulatoria, Rayos x, Laboratorio, Farmacia, Administración, Terapia y la Consulta Externa.
Aclaró que con anterioridad ya se habían realizado trabajos de instalación de sistemas de protección contra incendios en otros puntos críticos del Hospital, como la colocación de sistemas de supresión por medio de espuma en las campanas extractoras de grasa de nutrición así como de la soda, además de un sistema de supresión por medio de gas en el cuarto de servidores.
El desarrollo del proyecto estuvo a cargo del Servicio de Ingeniería y Mantenimiento del Cenare y financiado por el Programa de Seguridad Incendios y Explosiones de la DAPE.
Colaboró en esta información el periodista Roberto Sancho Álvarez