CCSS intensifica vigilancia en Zona Norte para detectar pacientes con malaria

Alajuela, 8 mar (elmundo.cr) – Las acciones de vigilancia epidemiológica, se intensificaron en la Zona Norte del territorio nacional, con la finalidad de detectar a personas con malaria y evitar la propagación de ese mal que se ha focalizado en esa región del país.

La doctora Catalina Ramírez Hernández, coordinadora de enfermedades Emergentes y Reemergentes de la de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) explicó que tanto el personal de la institución como del Ministerio de Salud activaron la alerta en la zona para atender la situación que ha emergido desde el 2016 y que lo mantiene en constante cautela.  La malaria, recordó, es una enfermedad que se transmite por un mosquito que se infecta luego de picar a una persona enferma.

Una de las preocupaciones de la doctora Ramírez es que en Nicaragua existe un brote de malaria y parte del problema es el ingreso a territorio nacional de personas infectadas por diversas razones, entre ellas laborales.

La especialista hizo un llamado a todas las personas que se encuentran en zona malárica que presentan sintomatología relacionada con esta enfermedad para que consulten en las sedes de los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis) para que las examinen y les realicen las pruebas de rigor para descartar o confirmar la enfermedad.

La vigilancia se ha reforzado en los 140 kilómetros de la frontera norte con Nicaragua, con ese propósito un grupo interdisciplinario de funcionarios se dedica a tiempo completo a vigilancia de decenas de comunidades en la región Huetar Norte.

Con ese propósito cincuenta y siete establecimientos de salud de la zona extreman medidas para analizar minuciosa y particularmente, a cada persona que presente fiebre alta y sudoración.

“Con medicamentos cortamos la cadena de transmisión de enfermedad que pueda propagar la malaria y le solicitamos a todas las personas que tienen fiebre, sudoración, escalofríos, dolor de cuerpo y náuseas que se acerquen al centro de salud más cercano para su atención pronta y oportuna”, comentó el doctor Melvin Anchía Villalobos, epidemiólogo regional de la Huetar Norte, CCSS.

“En este momento estamos en alerta máxima a nivel del equipo médico, de enfermería y técnico para tratar a pacientes afectados”,dijo el director del Hospital San Carlos, doctor Edgar Carrillo Rojas.

La malaria es transmitida por el mosquito anófeles, por lo que si este pica a una persona, el parásito, Plasmodium (vivax ó  falcíparum), recorre el torrente sanguíneo hasta llegar al hígado.

En este año, se atendieron a 19 pacientes con esta enfermedad que de no tratarse a tiempo provoca infecciones severas y hasta la muerte.

El otro llamado que hicieron las autoridades de salud está relacionado con evitar la existencia de aguas estancadas que impida el desarrollo del mosquito transmisor de la enfermedad, pues si no hay mosquito no hay enfermedad.

El último brote autóctono de malaria en Costa Rica, se dio en el 2006 y desde el 2016, se han reportado casos importados que se han focalizado en la zona fronteriza con Nicaragua.

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