San José, 12 sep (elmundo.cr) – La diputada de la Unidad Social Cristiana, Vanessa Castro, señaló que “definitivamente este gobierno ha perdido su rumbo y se aleja del pacto social costarricense, orientándose más hacia el populismo y la demagogia que hacia la verdadera solución de los problemas nacionales”.
Castro aseguró que “cada miércoles observamos un estilo de gobernar basado en la hostilidad y la confrontación que no sólo divide la sociedad sino que también erosiona la confianza de las instituciones”.
“La demagogia se ha convertido en una herramienta frecuente de este gobierno caracterizada por discursos que apelan a las emociones de la población sin ofrecer solución alguna tangible. Este enfoque se aleja peligrosamente de un liderazgo constructivo que debería ser lo que prevalezca y que debería basarse en los consensos y en la implementación de políticas públicas que verdaderamente beneficien a la mayoría”, aseguró.
Para la diputada “el actual gobierno ha demostrado una tendencia a priorizar la popularidad sobre la responsabilidad. Este gobierno se mide en la eficiencia más por la cantidad de seguidores en redes sociales que por la capacidad de tomar decisiones difíciles pero necesarias para el bien del país”.
“Esta falta de visión y de un plan estratégico se traduce en una gestión reactiva donde las políticas no se anticipan a los problemas sino que responden de manera improvisada a las crisis que se van acomodando y hasta eso a veces ni políticas hay sobre los diferentes problemas que enfrenta el país”, agregó.
Castro recalcó que “las sesiones de los miércoles se han convertido en un espectáculo que refleja la hostilidad de un gobierno que parece más interesado en atacar que liderar con un espíritu conciliador. Cuando no se tiene nada bueno que hablar se ataca. Cuando no se tienen resultados se ataca, se es hostil porque a través de la hostilidad se tapa la incapacidad”.
“El lenguaje agresivo y confrontativo, el ataque sistemático, por ejemplo el que vimos el miércoles, el ataque a la prensa y el ataque por supuesto a la Asamblea Legislativa y a otras instituciones impide el diálogo y la negociación con otros actores políticos claves para la formulación precisamente de esas políticas efectivas y sostenibles que tanto necesitamos (…) este gobierno no hace nada porque lo respetemos, más bien todo lo contrario, trabaja para hacer mal las cosas”, concluyó.
