Carlos Hidalgo: La buena imagen institucional depende de una sólida comunicación

San José, 17 feb (elmundo.cr) – “En el día a día, quienes ejercemos la comunicación institucional, tenemos el reto de que ésta logre su objetivo: alcanzar una buena reputación y conseguir una buena valoración en el exterior, en la imagen”, destacó Carlos Hidalgo Flores, periodista, abogado, profesor universitario, exdirector de Prensa del Ministerio de Seguridad Pública y de la Escuela de Relaciones Públicas en la UACA, actual asesor en el Ministerio de Salud.

Hidalgo considera que “eso pareciera sencillo, pero no lo es; solamente es posible cuando se dispone de una estrategia efectiva, donde los resultados institucionales sean comunicados en tiempo y en forma y con un plan trazado para alcanzar su fin y no como un mero cumplimiento diario; pero más allá de eso, donde se comunique de manera asertiva, apegados a la verdad y con una disposición permanente de atender a los diferentes públicos”.

Además, agregó que “es esencial que la institución o empresa no le reste valor al equipo de comunicación y no apueste a la improvisación; todo lo contrario, lo fortalezca y se encamine por la planificación, la correcta dirección, la experiencia y la estrategia para ver resultados tanto a corto como mediano y largo plazo”.

“No debemos olvidar que la comunicación es el único método para intercambiar ideas, conocimiento y sugerencias con los diferentes públicos, y a través de ésta se podrá realizar una selección, evaluación y capacitación de los presidentes, de los ministros, directores y de todos los miembros que laboran en la institución, para que así puedan desempeñar correctamente sus funciones y llegar correctamente al público objetivo”, indicó Hidalgo.

Por otro lado, afirmó que “para alcanzarlo, es fundamental que la estrategia de comunicación contemple con claridad los objetivos generales y específicos, los mensajes, las acciones a ejecutar, las variables indicadoras, los instrumentos y los plazos de tiempo de ejecución; la ausencia de dichos componentes solamente repercutirá en una mala imagen y reputación institucional”.

“Debe quedar claro que la definición de la estrategia nos permitirá sistematizar procesos, llegar al público, definir tono y estilo, visibilidad, posicionamiento, mejorar la comunicación interna, ahorrar costes, determinar acciones (no dar palos de ciego) y anticipar y atender efectos de una crisis”, puntualizó.

Por último, expresó que “claro está que la imagen y la reputación manifiestan la percepción del público sobre una institución, actuando la imagen como una figura y la reputación como un juicio generado sobre la imagen creada, de ahí que la comunicación institucional planificada es fundamental para tener la institución bajo un acertado control, en favor del interés público y movilizándose por la ruta correcta”.

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