San José, 1 dic(elmundo.cr)- El presidente de la república, Carlos Alvarado aprovechó la conmemoración de la Abolición del Ejército para anunciar que se tomarán “decisiones duras” ante la situación que enfrenta el país.
“No creo que don Pepe haya abolido el ejército pensando en la próxima semana, el próximo mes, el próximo año o en las próximas elecciones, lo hizo pensando en el futuro, en la vida en una extensión que lo trasciende por mucho; y si tenemos que aceptar que el legado de generación que tanto nos dio, la los 40 que tanto valor tuvo y sobre la que tanto se construyó, tenemos que aceptar que mucho de ese legado se ha agotado”, aseguró Alvarado.
La actividad tuvo lugar en el Museo Nacional, donde se entregaron reconocimientos al mérito a personal de salud, bomberos y de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
“Nuestro mayor tributo al legado que hemos recibido es construir el nuevo legado, porque ya no basta con que vivamos con lo hecho por nuestros abuelos, y ya no basta que usemos la excusa de lo que no hicieron nuestros padres, y si toca tomar las decisiones duras que tocan y mueven el estatus quo”, señaló el mandatario.
Aunado a esto, Alvarado dijo que “el único cálculo que hay que hacer es el cálculo de que no se golpee los pobres y que se le abra espacio a una futura generación de la cual, si no tomamos acciones tiene su futuro hipotecado”, también agregó que “lo podemos hacer, ya lo hicimos una vez”.
Este año se cumplen 72 años del mazazo histórico de José Figueres Ferrer, que marcó la Abolición del Ejército en Costa Rica.
Sobre el proceso de diálogo, el presidente dijo que mediante el diálogo sincero es cómo se puede encontrar una ruta clara.
“En el espíritu que pude percibir en las mesa de diálogo o territoriales o multisectoriales, está la respuesta de que hablando y siendo sinceros y sinceras podemos encontrar los caminos, porque eso es una enseñanza también de no poner la fuerza primero, de no anteponer la fuerza “en la ausencia de la fuerza, nos resta la palabra” y es la que tenemos que usar ahora, tenemos que llegar a acuerdos”, agregó Alvarado.
El mandatario fue claro en que sostendrá el “espíritu reformista” en lo que resta de su Gobierno y que librará ese sentimiento desde el campo de batalla de la palabra.
“No porque resten 17 meses a estas administración vamos a dejar nuestro espíritu reformista, el cual me comprometo a llevar hasta el último día que tenga el mandato del pueblo costarricense, mandato que no solo tengo yo, que tenemos todos los que hemos sido elegidos para este periodo; y si bien no libramos batallas con rifles y con armas ciertamente hay un campo de batalla también en la palabra”, concluyó Carlos Alvarado.
