Cada colón que se recorta en programas sociales es una vida que se pone en riesgo, lamenta Izquierdo

San José, 26 ago (elmundo.cr) – El jefe de fracción de Liberación Nacional, Óscar Izquierdo, señaló que “en el último año hemos visto como los recursos destinados a educación, salud, protección social y cultura han disminuido dejándonos en el punto más bajo de los últimos 12 años”.

Izquierdo señaló que “esto no es una simple variación económica, es una señal alarmante, porque cuando se invierte menos en las personas, en su bienestar, en su futuro, los efectos se sienten en todos los rincones del país”.

El diputado recalcó que los datos presentados por el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional muestran que el esfuerzo de la última década para aumentar la inversión en estas áreas está siendo erosionado.

“Estamos dejando atrás a los más vulnerables de la sociedad costarricense. Pensemos por un momento lo que significa para un niño recibir una educación insuficiente. Este niño que hoy tiene sueños y aspiraciones se verá limitado en sus oportunidades. Cada recorte en educación es una puerta que se cierra, es una promesa incumplida”, aseguró.

El liberacionista indicó que “pensemos en nuestros hospitales, en el sistema de salud que todos necesitamos en algún momento. Reducir la inversión en salud es condenar a nuestra población a vivir con menos esperanza, con menos oportunidades de recibir el cuido que merecen”.

“No podemos privilegiar el ahorro sobre la vida. ¿Y qué decir de los programas de protección social? Son un salvavidas para quienes luchan cada día por salir adelante. Cada colón que se recorta en estos programas es una vida que se pone en riesgo, una familia que queda desamparada. Es un golpe directo al corazón de nuestra solidaridad como nación”, sostuvo.

Para Izquierdo “reducir el gasto social se debe a políticas fiscales que, aunque son necesarias para controlar el gasto público, están impidiendo que invirtamos en áreas vitales para el desarrollo de nuestra población. Debemos encontrar un equilibrio, una ruta que nos permita seguir siendo fiscalmente responsables sin sacrificar el desarrollo y el bienestar social que tanto necesitamos”.

“No es suficiente con contener el gasto. Debemos invertir con visión de futuro y con la certeza de mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad. No permitamos que la ilusión de la posverdad comprometa el futuro de Costa Rica. Disminuir la inversión social es sinónimo de sembrar las semillas de la desigualdad, la pobreza, la delincuencia y la desesperanza”, concluyó.

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