Bufete Facio & Cañas niega haber promovido hechos vinculados con defraudación fiscal

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San José, 7 abr (elmundo.cr) – El bufete Facio & Cañas niega categóricamente haber promovido hechos vinculados con defraudación fiscal.

Adrián Torrealba Navas, socio del bufete señaló que “la publicación del Semanario Universidad es, en lo que a mí respecta, desproporcionada  y descontextualizada  en el tiempo”.

Según Torrealba del reportaje podría quedar la falsa impresión de que él ha sido un  promotor de la evasión fiscal o de haber asesorado a alguna empresa para defraudar el fisco costarricense, lo cual, indica, no solo daña su imagen, sino la del bufete Facio & Cañas.

“El vínculo que establece el Semanario Universidad conmigo está basado en un único hecho del año 1996, totalmente carente de actualidad e irrelevante en el contexto de la gravedad de muchos de los asuntos revelados por los “Panama Papers”. Pretender manchar una carrera intachable por ese aislado hecho, sacado de contexto y proporción, es inaceptable e indignante”, agrega.

Torrealba mencionó que “se trató de una sola gestión para un grupo familiar que vino a nuestra oficina remitido por un asistente de nuestro despacho.  El objetivo del cliente era constituir unas sociedades en el extranjero, para lo cual los interesados sometieron a mi opinión de si era legal ubicar funciones de promoción en el extranjero, que generaran alguna utilidad de fuente extraterritorial, que luego fueran distribuidas como dividendos”.

El Bufete Mossack Fonseca, de reconocida trayectoria en la época, les había dejado información en una visita promocional que en su momento habían hecho al país, y ante este requerimiento del cliente, lo contactaron y sirvieron de interlocutores con Mossack Fonseca para concretar ese servicio, siempre dentro del marco de la legalidad, comentó Torrealba.

“Por el criterio de territorialidad imperante en Costa Rica desde 1988, eso es legalmente válido. Se le advirtió al cliente que debía haber una realidad económica del servicio, por lo que la carta a la que hace alusión el Semanario, es el detalle de la cotización y especificación de servicios para constituir una oficina de promoción de ventas en el exterior en Panamá, según las decisiones tomadas finalmente por el cliente”, añade.

Torrealba explicó que la práctica generalizada que prevalecía en aquella época, sobre la sustancia que debían tener las estructuras de planeación fiscal para ser legales, era de corte minimalista, una oficina, un personal básico, medios de comunicación, lo que está cotizado en la carta.  No había normativa de precios de transferencia, ni criterios interpretativos al respecto de la Administración Tributaria.

“Solo fui un intermediario por una única vez entre el cliente y el Bufete Mossack Fonseca, para la constitución de esas sociedades. Luego no sé cómo operaron en la práctica ni cómo declararon las compañías costarricenses”, enfatiza Torrealba.

“En consecuencia, lamento que en el reportaje se exponga a la ligera e incorrectamente mi buen nombre profesional y el del bufete Facio & Cañas, por un hecho aislado que siempre estuvo apegado 100% al marco legal y que fue ampliamente explicado al Semanario Universidad el 17 de marzo a través de un correo electrónico”, concluye.

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