San José, 20 abr (elmundo.cr) – El Plenario Legislativo aprobó hoy el Expediente 22.405 «Ampliación del plazo que autoriza la reducción de jornadas de trabajo en el sector turismo y negocios con aforo limitado ante la declaratoria de emergencia nacional», como una herramienta para evitar el aumento del desempleo a causa del COVID-19.
La diputada María Inés Solís Quirós es la proponente de la iniciativa.
El proyecto otorga una herramienta jurídica que les permitirá a los empresarios turísticos continuar en operaciones, reducir un poco el impacto económico de los gastos y no despedir a sus empleados, ya que en marzo vence la prórroga que se otorgó en enero para todo el sector privado.
“Hoy, tras una larga espera para que el Ejecutivo convocara la iniciativa de reducción de jornadas laborales en el sector turístico, el proyecto logró ser aprobado en Primer Debate”, expresó Solís.
Asimismo, la socialcristiana agradeció a sus compañeras y compañeros diputados el apoyo a esta nueva Ley.
Solís aseveró que “la iniciativa permitirá evitar una nueva ola de desempleos en un momento de crisis económica y sanitaria en que el sector turismo ha sido uno de los más afectados”.
El proyecto señala que la reducción de la jornada autorizada podrá prorrogarse hasta por cuatro períodos de 3 meses.
Se estima que las pérdidas del sector turismo en 2020 fueron de $3.000 millones con una afectación directa a 100 mil familias que viven de esta actividad.
La recesión del turismo es 8 veces mayor que cualquier otra de las actividades económicas del país.
Al justificar esta iniciativa la diputada Solís señaló que los anteriores esfuerzos han sido beneficiosos para miles de trabajadores que han logrado reducir su jornada laboral y mantener su empleo, sin embargo, para el sector turismo la situación hoy en día sigue siendo más que critica.
Por último, la diputada indicó que “existe una preocupación por el sector turismo y los negocios con un aforo limitado a consecuencia de la crisis pandémica, ya que están sumidos en una crisis económica, que los tiene en una encrucijada entre el cierre definitivo o el despido de sus colaboradores. En la mayoría de los casos, los dueños de los negocios quieren mantener su planilla intacta en aras de no sumergir a sus trabajadores en el desempleo y la consiguiente falta de recursos para mantener a sus familias y cumplir sus obligaciones financieras, por eso necesitan”.