San José, 20 abr (elmundo.cr) – La diputada del Partido Acción Ciudadana, Paola Vega, sentenció que “cuando los políticos y las autoridades de este país se dejen de preocupar porque alguien se coma un brownie de marihuana, podremos enfocarnos en cosas más importantes”.
Al respecto, la fracción legislativa del Partido Acción Ciudadana (PAC) presentó a la corriente legislativa el proyecto de ley 22.482 para regular la producción, el consumo y la venta del cannabis y sus derivados en Costa Rica.
Según destacaron “la iniciativa crea el marco jurídico necesario para la formalización de un nuevo mercado que genera oportunidades de negocio y trabajo en todo el país”.
El diputado y jefe del PAC, Enrique Sánchez afirmó que “hay diversas razones relacionadas con el empleo, economía, salud y seguridad, que justifican nuestro impulso a este proyecto. Por ejemplo, permitirá diversificar la producción, y generar nuevos empleos en toda la cadena de valor y oportunidades económicas para enfrentar los efectos de la pandemia, además de proteger a la población de los riesgos asociados al comercio ilegal y fortalecer la investigación sobre sus efectos en la salud”.
Desde la agrupación señalaron que “se calcula que solo en el mercado interno las ventas podrían alcanzar los 100.000 millones de colones anuales, lo que representa un 0,32% del PIB. Comparativamente, en el mercado interno, el banano representa un 0.05% del PIB, la piña un 0.04%, el café molido un 0.25%, el azúcar de caña un 0.30%, y los productos de tabaco un 0.03%”.
Además, manifestaron que “el proyecto propone dos licencias: una para la producción de cannabis y sus derivados y otra para su industrialización y comercio. Con el objetivo de impulsar la actividad de los productores y empresarios nacionales, solamente podrán recibir estas licencias los pequeños y medianos productores agropecuarios (PYMPA) debidamente inscritos ante el MAG y las PYMES inscritas ante el MEIC”.
La agrupación recordó que “desde diciembre del 2020, por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tomó la decisión de eliminar el cannabis y sus derivados de la lista de las drogas más peligrosas del mundo abriendo paso a la investigación sobre su uso”.
“Esto se refleja a nivel mundial, donde se ha identificado que el mercado se encuentra en expansión. Costa Rica podría ser el cuarto país en el continente en avanzar en esta línea, siguiendo el ejemplo de países como Uruguay, Canadá y México, así como también 16 estados de Estados Unidos”, apuntaron.
Sánchez Carballo señaló que “las experiencias de otros países nos enseñan que el consumo de cannabis es más peligroso si su comercialización se deja en la informalidad, donde no hay preocupaciones de salud y seguridad. La regulación del cannabis baja la criminalidad y rompe las redes del narcotráfico. Por todo esto apostamos por convertir el mercado irregular del cannabis en uno que esté en manos de las familias productoras en Costa Rica”.
“En cuanto al control, el proyecto implementa diferentes mecanismos para evitar la utilización de dineros provenientes del lavado y asegurar la legitimidad de los capitales que se inviertan en este mercado”, agregaron.
“El fumado estará prohibido en los mismos espacios que para el caso del tabaco, los cuales se enlistan en el artículo 5 de la Ley 9028, Ley general de control de tabaco y sus efectos nocivos de salud. Para otras formas de consumo, aplicará esa misma Ley pero con algunas excepciones”, indicaron.
“Las redes del narcotráfico han llegado a lugares muy sensibles, pero la guerra contra las drogas no ha rendido frutos. Debemos cambiar nuestro enfoque por uno que priorice la salud, la prevención, el desarrollo y el bienestar de todas las personas”, concluyeron.