San José, 2 sep (elmundo.cr) – La Asociación de usuarios de vaporizadores y métodos de reducción de daños (Asovape Costa Rica), se presentó ante la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa, donde proporcionó gran cantidad de evidencia y su criterio, de por qué el proyecto de ley 22.497 “Reforma a los artículos 4 incisos d y k, 9 inciso a, y adición de un inciso c al artículo 9 y de un párrafo final al artículo 36, todos de la Ley General de Control de Tabaco y sus efectos nocivos en la Salud, Ley N.° 9028 del 22 de marzo de 2012”, debe ser rechazado por los diputados.
La asociación fundamenta que mediante información de estudios científicos internacionales e independientes de la industria tabacalera, farmacéutica o de compañías que elaboran productos de reducción de daños; además utilizando comparaciones detalladas de países que han aplicado empaquetado neutro en sus políticas de control de tabaco, explicó detenidamente como obstaculizar la adquisición e información a los usuarios referente a productos de reducción de daños, como los cigarrillos electrónicos, es contraproducente para la salud pública.
También agregaron, como la intención del proyecto de ley en discusión, perpetuará el tabaquismo al impedir la sustitución de los cigarros tradicionales por productos de reducción de daños, a personas que fuman, siendo estos los beneficiados de optar por alternativas masivamente menos riesgosas, que a su vez, son validadas como efectivas para dejar de fumar.
Países que actualmente están a la cabeza en la batalla contra el tabaquismo, como es el caso de Reino Unido, Francia y Nueva Zelanda, quienes además, son tres de los cuatro países con menor interferencia de la industria tabacalera en el mundo, promueven la utilización de productos de reducción de daños para alcanzar sus metas de ser países libres de humo.
Asimismo, basados en las directrices del articulo 14 del Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT), Asovape Costa Rica, sugirió a los diputados, ver la masiva cantidad de evidencia generada por parte de países como el Reino Unido, quién además de ser el país que más coopera financieramente al CMCT, es un país que ha logrado una acelerada caída en sus tasas de fumado, atribuido en gran medida, a la incorporación de productos de reducción de daños, como vaporizadores de nicotina, siendo estos parte fundamental en sus campañas de salud pública, políticas e intervenciones para abatir el tabaquismo.
Parte de ello, es que sus autoridades sanitarias manifiestan reiteradamente, como estos dispositivos son el método más popular para dejar de fumar actualmente.
“Presentamos a los diputados una gran cantidad de evidencia acerca de como los productos de reducción de daños, como los cigarros electrónicos, son utilizados alrededor del mundo, debido a su mayor efectividad para la cesación del fumado, según ensayos aleatorios controlados, los cuales son el estándar de oro de la investigación médica”, indicaron.
Asimismo, mostraron datos claves, los cuales habían sido omitidos en el proyecto de ley, que determinan que un empaquetado neutro a productos de reducción de daños atenta contra la salud pública.
A pesar de que Costa Rica en este momento no tenga el presupuesto para subvencionar cigarrillos electrónicos a personas que fuman, para ayudarlos a dejar de hacerlo; como es el caso de los programas de salud de países como: Reino Unido y Nueva Zelanda; ciertamente no podemos caer en el error de tomar el camino completamente opuesto, que es desinformar al público y hacerles creer erróneamente, que estos productos alternativos no son significativamente menos nocivos que los cigarros tradicionales.
“Hay cientos de miles de vidas costarricenses en juego”, dijo Jeffrey Zamora, representante de Asovape Costa Rica.
La asociación anexó a la información brindada a los diputados, más de 100 declaraciones de distintos gobiernos, ministerios de salud, entidades de investigación medica y científica, quienes han manifestado luego de un escrutinio de más de diez mil estudios disponibles a la fecha, que los dispositivos de vapeo de nicotina son al menos 95% menos nocivos que el cigarro combustible convencional, y que son más efectivos para dejar de fumar que las terapias de reemplazo de nicotina tradicional.
